El estallido de la pandemia del coronavirus en Estados Unidos provocó dos reuniones de urgencia por parte de la Reserva Federal (Fed) que volvieron a dejar los tipos de interés en niveles próximos a cero por primera vez desde la crisis financiera de 2008.
Este panorama se mantendrá durante una larga temporada, según adelantan las actas de la Fed relativas al último encuentro extraordinarios del 15 de marzo. En ellas, los miembros del banco central consideran que las tasas se mantendrán en este nivel hasta que tengan confianza suficiente en que «la a economía resiste los últimos acontecimientos y está en camino de alcanzar los objetivos máximos de empleo y estabilidad de precios».
No parece probable que estas aspiraciones vayan a conseguirse a corto plazo. Hasta diez millones de personas han solicitado subsidio de desempleo durante las dos últimas semanas y algunos analistas advierten de que la tasa de paro podría superar el 25%, por encima de los registros de la Gran Depresión. Se espera, además, un desplome del PIB superior al 30% en el segundo trimestre.
Hace tres semanas, incluso antes de que la pandemia golpeara la actividad estadounidense con toda su virulencia, la Fed ya advertía de que «las perspectivas económicas se han deteriorado considerablemente en las últimas semanas y se han vuelto profundamente inciertas».
El escenario pinta negro en un país convertido ya en el epicentro de la pandemia, con más de 400.000 afectados por el coronavirus y cerca de 2.000 muertos. Sin embargo, los inversores valoran la capacidad de la Fed y el Congreso de ayudar a los mercados y siguen dando un voto de confianza a Wall Street.
Tras dispararse por encima del 7% el lunes y cerrar con una ligera caída el martes, el Dow Jones de Industriales se revaloriza de nuevo cerca de un 3%. El S&P 500 subía en la misma proporción y el Nasdaq limitaba sus ganancias al 2,23%.
Los inversores también se mostraron satisfechos ante las intenciones de la Casa Blanca de seguir aprobando nuevos incentivos económicos, que se añadirían al programa de 2,2 billones de dólares que ya se ha puesto en marcha. Por añadidura, pudieron desviar al menos durante unas horas los ojos de la pandemia y redirigirse al análisis político, después de que Joe Biden quedara como el único candidato demócrata que peleará contra Donald Trump por la Casa Blanca en noviembre tras la retirada de Bernie Sanders.
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