España volverá a adeudar este año más dinero del que supone el conjunto de su economía. Así lo estima el Fondo Monetario Internacional en su informe de proyecciones fiscales de este miércoles, centrado en los efectos de la pandemia del coronavirus Covid-19 en el conjunto de la economía mundial.
En el caso español, en concreto, la deuda pública saltará del 95,5% del PIB en el que cerró en 2019 a un 113,4% este año, lo que supone batir récords no vistos en más de un siglo. De hecho, es la cota más alta desde el 123,6% registrado en 1902 y supera el pico, del 100,7%, alcanzado en 2014 como consecuencia de la crisis anterior.
El Fondo calcula que la pandemia disparará el coste fiscal global hasta 3,3 billones de dólares, con un «aumento importante en déficit fiscales y ratios de deuda pública en comparación con las proyecciones anteriores». A los planes de incentivos para paliar los estragos del desempleo y sostener los mercados, se suma la caída de los ingresos por el frenazo de la actividad económica, lo que se traducirá un deterioro de los saldos fiscales en casi todos los países.
Entre ellos, destaca España, para la que el FMI espera que el déficit alcance el 9,5% este año, frente al 2,6% de 2019. La deuda pública se disparará, por su parte, hasta el 113% del PIB, muy por encima del 95% del pasado ejercicio. Para 2021, el FMI pronostica que el déficit sea del 6,7% y la deuda pública, del 115%. Las cifras se sitúan muy por encima de la media de Europa, que cerrará el año con una deuda pública del 97%.
De esta forma, la crisis del coronavirus se llevará por delante en sólo un año el ajuste fiscal y el desendeudamiento que tanto le ha costado ejecutar a España en la última década. De hecho, el déficit volverá casi a niveles de 2012, cuando se situó en el 10,5%, y la deuda alcanzará cotas que no se habían visto hasta ahora. En la crisis anterior se llegó a sobrepasar la barrera del 100% del PIB en 2014, pero lejos de la previsión que el Fondo tiene para este 2020.
El endeudamiento mundial se disparará hasta el 122% debido especialmente a Estados Unidos, que acaba de aprobar un paquete de incentivos de 2,2 billones de dólares que disparará su deuda pública este año por encima del 130%. La mayor economía del mundo contaba ya con ratios históricos de endeudamiento, que en 2019 ya superaron el 100% del PIB.
El FMI asume que un «considerable» aumento los déficits este año es no sólo necesario sino apropiado para muchos países, aunque alerta de que algunos de ellos parten de una situación muy vulnerable. La deuda pública global fue del 83% del PIB en 2019 y se disparará al 96,4% este año.
«La situación es más preocupante para los mercados emergentes y las economías en desarrollo que enfrentan múltiples conmociones que incluyen la pandemia, un empeoramiento abrupto de las condiciones financieras, debilidad de demanda externa y, para los países exportadores de productos básicos, precios más bajos», resume el FMI.
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