El Tesoro ha completado una nueva emisión sindicada de deuda, fuera del calendario, en un momento en el que la prima de riesgo de España toca máximos de 2016 y el interés exigido al bono a diez años se ha duplicado en menos de un mes. Con este incremento de precio, la demanda alcanza cifras récord, hasta 97.000 millones de euros. Desde que la crisis desatada por el coronavirus provocó como respuesta los primeros programas millonarios de ayudas por parte de los distintos gobiernos, los analistas advirtieron de una avalancha de oferta en el mercado de deuda, debido a la necesidad de financiar las medidas de estímulo económico.
El mercado de renta fija pública ha cambiado de tendencia, a pesar de las medidas de apoyo anunciadas por el Banco Central Europeo. El Tesoro español ha acusado de lleno el sustancial incremento de los costes de financiación, provocado por las expectativas tanto de una avalancha de oferta como de un deterioro notable en las cifras de déficit.
Las dos últimas subastas de letras han truncado la racha de emisiones en las que el Tesoro cobraba siempre por colocar sus letras. Ayer mismo dejó de cobrar por emitir sus letras a 9 meses, por primera vez desde 2015. El interés medio sufrió un vuelco: del -0,40% al +0,02% en un mes. El incremento de costes ha sido sustancial también en el mercado secundario de deuda. El interés exigido al bono español a diez años supera hoy el 1,10%, el doble de hace un mes, y la prima de riesgo se eleva por encima de los 150 puntos básicos, en máximos desde 2016.
Al repunte en el interés del bono a diez años en el mercado secundario contribuye la nueva ‘competencia’ surgida a raíz de la decisión del Tesoro de lanzar hoy una nueva emisión sindicada de deuda a diez años. A diferencia de las emisiones ‘ordinarias’, en las sindicadas, realizadas al margen del calendario, se contrata a un grupo de bancos que coloca la deuda directamente a inversores, a un precio acordado, sin un proceso de subasta.
Esta circunstancia permite diversificar la base de inversores de deuda, puesto que existen muchos tipos de fondos de inversión, bancos o incluso fondos soberanos que no suelen comprar mediante las subastas habituales. El resultado suele ser un importe adjudicado mucho más elevado que en las ordinarias. El Tesoro ya realizó una emisión sindicada de deuda a diez años el pasado mes de enero, antes del estallido en Europa de la crisis del coronavirus. Entonces la demanda alcanzó cifras récord, de 53.000 millones de euros, cinco veces la cuantía adjudicada: 10.000 millones.
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