La previsión oficial, una caída del empleo del 9,7% en línea con la contracción del 9,2% estimada para PIB, arrojaría la destrucción de unos 1,9 millones de puestos de trabajo en un solo año, según un cálculo aproximado sobre los 19,9 millones de ocupados de cierre de 2019. El golpe se concentrará especialmente en el primer semestre de este año, iniciando luego una progresiva reactivación que permitiría elevar la creación de empleo un 5,7% en 2021, rebajando la tasa de paro al 17,2%. Una recuperación solo parcial en un contexto en el que la economía rebotaría un 6,8%.
Aunque esta evolución amenaza con desatar la mayor destrucción de empleo registrada en un solo año, el impacto real de la pandemia y las medidas de contención desplegadas es aún mayor de la que sugieren los datos de caída de empleo y tasa de paro. Según el Programa de Estabilidad remitido por el Ejecutivo a Bruselas, ya hay 7,16 millones de trabajadores que han tenido que ser asistidos como consecuencia de la pandemia, lo que equivale al 31% de toda la población activa del país.
Se trata de los cuatro millones de empleados acogidos a un ERTE; los 1,4 millones de autónomos que reciben la prestación por cese de actividad; los 462.000 temporales que han perdido su empleo y cobran ahora un subsidio; los 400.000 trabajadores de baja temporal por contagio o aislamiento relativo al Covid-19 o los 900.000 desempleados como consecuencia de la pandemia que han pasado a cobrar el paro.
«La puesta en marcha de medidas de sostenimiento de la actividad económica ha conseguido frenar la destrucción de empleo y el cierre definitivo de pymes. Las medidas de mantenimiento de rentas han permitido que, en el mercado laboral, más del 30% de la población activa quede protegida», defiende el Gobierno en el plan remitido a Bruselas.
Powered by WPeMatico