El Banco de España asegura que las entidades bancarias cuentan con mayores niveles de solvencia que en la crisis de 2008, y aboga porque en esta ocasión este sector juegue «un papel destacado en la absorción de esta perturbación y en la respuesta a la crisis». En este caso, el supervisor nacional mantiene que las entidades financieras española «cuentan con unos niveles de capital significativamente superiores a los requisitos mínimos regulatorios, que se pueden utilizar para absorber pérdidas inesperadas», como consecuencia de la pandemia. Aunque el supervisor recuerda que la banca española es la que cuenta con las tasas de capital CET1 más bajos de Europa.
De esta forma, explica que teniendo en cuenta que el «colchón voluntario» de CET1 (que podría utilizarse para la absorción de pérdidas inesperadas asociadas al Covid) del conjunto del sistema bancario español se situó en diciembre de 2019 en 28.000 millones de euros, el Banco de España estima que la liberación de colchones permitida por la respuesta a la crisis «sería suficiente para cubrir un aumento de la tasa de morosidad de alrededor de 8,2 puntos porcentuales, que se eleva significativamente cuando se añade el efecto positivo de las moratorias y del programa de avales a empresas comprometido por el Gobierno, que, además, contribuye a reducir los APR», según ha puesto de manifiesto en su Informe de Estabilidad Financiera de Primavera 2020,
En total, las entidades financieras españolas cuentan con colchones para asumir pérdidas como consecuencia de la pandemia de 92.900 millones de euros. La tasa de morosidad, así puede elevarse al 13% (4,8% registrada a febrero, y que suman 56.703 millones de euros, a lo que se sumaría el 8,2% adicional que podría asumir).
La banca española acumula un volumen de capital de máxima calidad de 194.500 millones de euros, de los que 101.500 millones corresponden a requisitos regulatorios mínimos y 92.900 millones son fondos que pueden liberarse de los diferentes colchones para absorber pérdidas.
El Banco de España ha advertido de que la pandemia del Covid-19 tendrá un impacto negativo sobre la «ya modesta» capacidad de generación de resultados por parte de las entidades bancarias españolas y elevará la morosidad. El sector bancario español continuó su proceso de desapalancamiento y mejora de la calidad crediticia en 2019, al tiempo que aumentó ligeramente su solvencia y disminuyó su rentabilidad por factores extraordinarios.
En este contexto, el Banco de España espera que la irrupción del coronavirus y las medidas de contención implementadas tengan un impacto negativo en la morosidad (como ya se ha comentado), presionando adicionalmente la rentabilidad a la baja. El organismo espera que el programa de avales a empresas para mitigar el impacto de la crisis del coronavirus contribuya a que el crédito siga fluyendo al sector productivo, pero prevé que la expansión de la pandemia cause aumentos en las ratios de dudosos y el volumen de refinanciaciones y reestructuraciones de las entidades, pese a su descenso en 2019.
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