Los cálculos de la OCDE incluyen dos escenarios, “igualmente probables”, uno en el que el golpe del coronavirus se limita al acontecido hasta la fecha y otro en el que contempla un nuevo rebrote a finales de año que intensificaría la hecatombe. De recobrar fuerza la pandemia en otoño, alerta la OCDE, la de España será la más golpeada de todas las economías desarrolladas como consecuencia de la crisis del coronavirus.
Para empezar, el organismo asume que el PIB español sufrirá ya una caída del 11,1% este año aunque no haya rebrote, como consecuencia de las medidas de confinamiento y cierre generalizado de comercios –con una caída de la actividad del 30%– impuestas bajo el estado de alarma decretado el 14 de marzo y que solo comenzaron a desescalarse a partir del 10 de mayo. La cifra supera el 9,2% de retroceso estimado por el Gobierno. Pero, en el caso de una segunda oleada de Covid-19 en otoño, la caída del PIB se agravaría hasta el 14,4%.
El déficit público, por su parte, se elevaría desde el 2,8% de cierre del año pasado al 10,3% este año, en el primer caso, o el 12,5%, si hay rebrote. Como consecuencia, la deuda pública española sufriría un incremento desde 95,5% de 2019 hasta el 117,8%, su mayor nivel en más de un siglo, en caso de que el impacto sea el ya conocido, y, de resurgir de la pandemia, se dispararía al 129,5% en este año (con descensos al 115,7% y el 128,7%, respectivamente el próximo año).
Desde la OCDE achacan la especial virulencia de la crisis del Covid-19 en España a su dependencia de sectores tan afectados como el turismo, en un mundo que ha cerrado sus fronteras, o los servicios, erosionados por las medidas de distanciamiento social. El peso de estas áreas de actividad en la economía española explica también, en parte, las previsiones de la OCDE de que su tasa de paro se eleve a niveles de entre el 19,2% y el 20,1% este año, para situarse entre el 18,7% y el 21,9% el próximo ejercicio.
“En ambos escenarios, la caída de la demanda interna, debido a la destrucción del empleo y el cierre de la actividad, es el factor clave de la contracción. La caída de la demanda externa, especialmente en los servicios turísticos, también tendrá un gran peso” en el golpe que deja la pandemia en la economía española, reza el apartado específico sobre España del informe global, que reconoce que “el gobierno ha tomado medidas significativas para apoyar el empleo y proporcionar liquidez a la economía”.
El documento asume que el refuerzo de “las capacidades hospitalarias y de pruebas de identificación de las personas infectadas serán cruciales para prevenir nuevos brotes” habida cuenta que “la capacidad del sistema de salud era más baja que en el promedio de la OCDE al entrar en crisis, con menos camas de cuidados intensivos”, si bien su número se habría “más que duplicado” en el pico de la crisis.
A partir de 2021, en todo caso, se produciría una recuperación parcial que oscilaría entre un avance del PIB del 5%, en caso de rebrote, y del 7,5% de no producirse, lo que retrasaría a años posteriores retomar los niveles perdidos por el Covid-19.
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