El sector turístico se ahoga sin liquidez y la finalización de los ERTE por fuerza mayor en quince días, si no se logra una ampliación hasta final de año, puede ser la sentencia de muerte de miles de empresas y trabajadores. Esa es la principal conclusión a la que llegaron los cinco ponentes que han participado en la mesa dedicada al turismo en la cumbre empresarial Empresas españolas liderando el futuro, organizada por CEOE, en la que apuntaron al turismo como la actividad más afectadas por la crisis del coronavirus.
Los más críticos fueron los presidentes de la patronal hotelera Cehat (Jorge Marichal) y de la patronal Hostelería de España (José Luis Yzuel), que presentaron un panorama apocalíptico para los 3,2 millones de trabajadores que en la actualidad tienen suspendidos sus empleos hasta el 30 de junio. «El turismo es uno de los sectores más afectados, pero las medidas de ayuda no han llegado. El sector se siente abandonado. Estamos cansados de pedir medidas para tener un verano que nos permita salvar los muebles», ha señalado Marichal durante su intervención. En su opinión las ayudas no pueden ser iguales para todos los sectores con la llegada de la desescalada y deben centrarse en los más dañados.
«El Gobierno acertó con los avales del ICO y los ERTE, pero ahora debe incentivar la demanda, con deducciones para empresas y ayudas para particulares en el IRPF, con bonos para viajar». En esa misma línea, Izuel alertó que, sin medidas correctoras, cerrarán 65.000 establecimientos hosteleros y habrá 200.000 parados más, por lo que insistió en la prioridad de flexibilizar los ERTE, de paralizar las amortizaciones hipotecarias de las empresas mientras que la actividad no vuelva a unos niveles mínimos de normalidad y sobre todo de bajar impuestos. «Es el momento de una rebaja temporal del IVA a la hostelería, como la que ha hecho Alemania del 19% al 7%.Vemos con envidia las medidas que han tomado en Europa», ha asegurado.
El frenazo de la actividad ha afectado directamente a grupos como Barceló, que ya tenían pactada la integración de sus agencias de viajes con las de Globalia para crear el mayor distribuidor de España por encima de El Corte Inglés. La operación ha quedado en suspenso hasta 2021. «Debemos compaginar lo urgente y lo importante. Lo urgente es asegurar la financiación a las empresas, flexibilizar los ERTE y aplicar un IVA superreducido para todas las actividades turísticas que nos permita ganar competitividad», ha señalado el copresidente del grupo, Simón Pedro Barceló, que ha apostado por programas de ayuda más personalizados para retomar la conectividad aérea. «Es imposible reactivar la actividad turística sin una apuesta clara por la conectividad, pero siempre que las ayudas no sean generales por compañías, sino por el número de aviones. Nada que no se haya hecho por los socios europeos», subrayó.
Pese a que los países de la UE están aprobando planes nacionales de ayuda y la UE va a comprometer 750.000 millones de euros para apoyar la reconstrucción de las economías más dañadas, los empresarios siguen viendo muy oscuro el panorama a corto plazo. Es el caso de Juan José Hidalgo, fundador de Globalia, que se ha mostrado muy pesimistas en cuanto a los plazos de la recuperación. «Nos va a costar tres o cuatro años en resucitar. Todo se ha derrumbado y ahora no sabemos como lo vamos a reconstruir. Si no nos ayudan, no vamos a durar ni un telediario. En esta semana hemos abierto 300 agencias de viaje de golpe, nos hemos lanzado al espacio sin saber lo que va a pasar. Ya hemos abierto el 20% de los vuelos y los hoteles». Para Hidalgo, la clave de la reactivación estará en quitarse el miedo a viajar. «Sin eso, no arrancamos ni levantaremos esa losa».
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