La respuesta de Europa hasta la fecha ha sido, por tanto, «insuficiente». Así lo creen CC OO y UGT, junto a la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que han presentado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un documento en el que detallan cómo debería ser, en su opinión, el planteamiento de recuperación comunitaria.
El primer paquete de amortiguación, detallan los sindicatos en el documento Hacia un nuevo modelo económico por una Europa sostenible, inclusiva y justa, «se ha revelado inútil porque se articula a través de créditos y avales, es decir, más deuda». También, porque los países pueden obtener esos mismos fondos en los mercados en condiciones similares, «motivo por el cual no lo están utilizando». El fondo anticrisis para la reconstrucción supone «un cambio en la buena dirección», pues transfiere recursos comunitarios a los países más afectados financiados mediante deuda común.
Ahora bien, señalan las organizaciones, su monto es alarmantemente insuficiente, sus fondos están sujetos a una condicionalidad por definir «pero que recuerda demasiado a la observada en 2011», y no se habilitan para terminar con el sobreendeudamiento transfiriéndose a los estados, sino que se entregan a las empresas con el fin de impulsar la transición verde y la digitalización, y con la esperanza de que esto recupere la actividad y la recaudación.
En relación a la condicionalidad, CC OO y UGT se refieren a la puesta en marcha de políticas estructurales, «con frecuencia traducidas en recortes de derechos y privatizaciones», decididas por el Consejo en el Semestre Europeo, «de tan dudosa calidad democrática».
A esto se le añade que no es descartable que muchos de estos fondos terminen en empresas punteras en el sector digital y en el de la transición ecológica, ubicadas fuera de los estados más afectados por la crisis. Por otro lado, estos países ya se están endeudando de manera importante para hacer frente a los gastos sanitarios, de apoyo a las empresas, personas desempleadas, trabajadores y trabajadoras autónomas y familias, así como a la fuerte caída de la recaudación. «Europa no está dando una respuesta a este sobre endeudamiento cuando es una de las prioridades».
El fondo anticrisis anunciado por Bruselas, de 750.000 millones repartidos en subvenciones y préstamos (500.000 en transferencias y 250.000 en créditos) asigna a España unos 140.000 millones (77.000 en transferencias y 63.000 en créditos a 30 años). Este es «un volumen insuficiente si se considera que se espera que la deuda española aumente en 250.000 millones en los próximos tres años como resultado de la crisis del Covid-19», detallan los sindicatos.
Junto a una mayor partida en el fondo de reconstrucción y a un mayor peso de las subvenciones directas, quitando relevancia a los préstamos, CC OO, UGT y CES piden también otras medidas alternativas. Así, apuestan por fijar un impuesto mínimo para las grandes corporaciones a nivel comunitario del 15% sobre su resultado contable, «evitando la elusión fiscal e impidiendo la presencia de paraísos fiscales dentro de la Unión». También animan a introducir tributos paneuropeos sobre la renta y con carácter progresivo para financiar parte del presupuesto comunitario. Otro punto pasa por poner en marcha un seguro de desempleo y una renta mínima garantizada.
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