De los 4.262 millones de euros de dotación, los tres capítulos más importantes son una línea de 2.500 millones de euros en avales del ICO para garantizar liquidez, una partida de 850 millones para impulsar la competitividad y la digitalización y otra de 731 millones para moratorias hipotecarias de hoteles y leasing de autobuses de transporte discrecional.
La frialdad con la que recibieron las empresas ese plan muestra el abismo que las separa del Gobierno en cuanto al tratamiento a aplicar para combatir esta crisis de demanda. Una distancia que creció aún más por la falta de negociación del plan y por la escenificación del mismo. Fuentes empresariales consultadas por Cinco Días revelan que el plan anunciado ayer se presentó a un selecto grupo de empresarios en una videoconferencia a última hora del miércoles, en la que no se dieron detalles de la cuantía del programa para evitar seguramente que no asistieran al acto previsto en el Palacio de la Moncloa.
Ninguna de las tres medidas que reclaman las empresas desde hace tres meses figura en el plan: un aumento de los fondos, ayudas directas en lugar de préstamos y, sobre todo, la ampliación de los ERTE de fuerza mayor como condición sine qua non para evitar miles de despidos y cierres empresariales. “No se han anunciado medidas recursos potentes para asegurar liquidez. Ampliar a 2.500 millones los avales del ICO frente a los 83.000 millones de euros que perderá el sector este año parecen medidas muy exiguas. Falta munición”, aseguró José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur. En su opinión tampoco se han puesto sobre la mesa medidas alternativas a los bonos canjeables para los viajes cancelados por el coronavirus. “Esto va a provocar la descapitalización de las empresas turísticas [en clara alusión a las agencias de viajes] que tienen que devolver ese dinero a los consumidores y no tienen como”, subrayó.
Un temor refrendado por Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), que tildó de “insuficiente” el plan. “Llevamos cuatro meses sin facturar, el turismo emisor y el de viajes de negocio están parados y apenas están funcionando un 20% de las rutas. El plan está bien orientado, pero en términos comparativos con otros países, no es suficiente”. Garrido también echó de menos que no se hayan lanzado bonos de viaje para estimular el turismo nacional y reconoció que hay muchas agencias al borde del cierre si no se prorrogan los ERTE de fuerza mayor hasta la primavera de 2021 y si se les obliga a devolver el dinero de las cancelaciones.
Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, puso el énfasis en la necesidad de revitalizar el turismo doméstico ante la más que previsible ausencia o menor presencia del extranjero para esta temporada alta. “Solo el 27% de los españoles tiene previsto viajar este verano y solo el 13% tomará un avión. La tendencia va a ser veranear en las segundas residencias”.
En cualquier caso, Zoreda espera que el plan presentado ayer sea el primer capítulo de una serie de ayudas que se completen con el Fondo para la Reconstrucción de 750.000 millones de euros creado por Bruselas, que recomienda gastar un 25% en turismo y transporte.
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