El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha expuesto en el Congreso una batería de medidas a corto, medio y largo plazo para superar la crisis por la pandemia. De Cos ha urgido a avanzar y consensuar a través de un pacto político un «ambicioso» programa de reformas estructurales, pero antes, ha remarcado, los que deben ser los pasos urgentes para no dejar caer a las empresas. El golpe no ha pasado, por ello insta al Gobierno a ampliar los ERTEs, continuar asegurando la liquidez a las compañías más allá de esta primera línea de avales ICO de 100.000 millones y cambiar la ley de quiebras, todo ello, con el objetivo de salvar a las compañías, que son las verdaderas generadoras de empleo.
El gobernador aseguró que la hibernación por la pandemia va a llegar a la mayor caída del PIB registrada en tiempos de paz. Así, señaló que, de acuerdo con las últimas estimaciones realizadas por el Banco de España, esta contracción podría situarse entre un 16% y un 21,8% en el segundo trimestre. El golpe previsto para este periodo de tiempo, supera la última estimación del organismo que, en mayo, apuntó a que la caída del PIB para este año podría alcanzar el 12,4%.
De Cos, que ha hecho esta exposición en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica que tiene lugar en el Congreso de los Diputados, ha detallado que «sería deseable» que, en algunos de los sectores o empresas más afectados por esta crisis, se prologasen durante un tiempo adicional condiciones favorables sobre los ERTE. Asimismo, pide extender las medidas desplegadas de apoyo a ciertos colectivos cuya situación de vulnerabilidad se va a mantener durante algún tiempo. También aconsejó asegurar la financiación a las empresas, valorando la posibilidad de ampliar los mecanismos actuales por medio de instrumentos que primen el acceso a la financiación por parte de aquellos agentes con perspectivas más sólidas de viabilidad. Finalmente, abogó por revisar los procesos de reestructuración e insolvencia empresarial, con el objeto de reforzar su agilidad y eficacia para que, ante dificultades financieras (que aumentarán en los próximos meses) tengan acceso a un marco de reestructuración preventiva que les permita continuar con su actividad empresarial cuando aún son viables.
Por otro lado, con el objetivo de guiar la economía española hacia el crecimiento, la competitividad, pero también hacia la eficiencia de las cuentas públicas con la necesaria reducción del déficit, urgió a consensuar una agenda de reformas estructurales con vocación de permanencia para que resulte creíble. «Las líneas maestras de esta estrategia deberían gozar de un alto grado de consenso entre los distintos agentes políticos, económicos y sociales, de forma que las bases sobre las que se asiente nuestro crecimiento sean estables y no queden sometidas a los avatares del ciclo político», dijo.
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