El Banco de España cree que la caída del PIB español se intensificó «notablemente» en el segundo trimestre y sufrió una contracción intertrimestral de entre el 16% y el 21,8%, con el paro disparado al 20% por las restricciones a la actividad aplicadas para contener la propagación del Covid-19. El punto medio de contracción en dicha horquilla se situaría en «un descenso cercano al 20%» del PIB, tras haber retrocedido un 5,2% en el primer trimestre y que sería el mayor de la serie histórica, tal y como explica el organismo en el ‘Informe Trimestral de la Economía Española’ publicado este jueves en su ‘Boletín Económico’.
Se trataría además de un descenso «mayor» en España en comparación con el conjunto del área del euro, «debido a la mayor severidad de las medidas aplicadas y al mayor peso de las actividades más expuestas a la interacción social en la estructura sectorial de nuestro país», refiere en alusión al mayor peso de sectores como el turismo o la hostelería, fuertemente condicionados por las restricciones y el distanciamiento social, frente a otras economías.
Sin embargo, el organismo advierte que la situación de parálisis causante del desplome comenzó a revertirse con el inicio de la desescalada el pasado y ya observa indicadores claros de reactivación, aunque a un ritmo inferior al periodo preCovid.
La razón del fuerte hundimiento frente al primer trimestre es esencialmente de calendario. El estado de alarma se decretó el 15 de marzo y hasta que se inició el proceso de desescalada el 4 mayo el organismo estima que la actividad económica «habría disminuido en torno a un 30 % con respecto a su nivel en ausencia de pandemia». Su caída «habría rondado el 50%», incluso, si la lupa se pone exclusivamente durante el periodo que se suspendieron todas las actividades no esenciales (entre el 30 de marzo y el 9 de abril).
En total, el período comprendido entre el inicio del confinamiento y el comienzo de la desescalada, abarca siete semanas y en el primer trimestre solo se recogieron las dos primeras, correspondiendo el grueso, por tanto, al segundo trimestre. También sufre más este periodo por recoger la mayor parte del tiempo que estuvieron suspendidas todas las actividades no esenciales, cuando la caída del producto fue más pronunciada, y además, la propia desescalada posterior ha venido asociada «a pérdidas de producción con respecto a su nivel habitual» lo que también penaliza en la comparativa del segundo trimestre.
Para efectuar la proyección el Banco de España considera dos escenarios: uno de recuperación gradual donde el PIB caería un 21,8% tomando de base para su cálculo los efectos del confinamiento en las dos semanas posteriores a la declaración del estado de alarma, y otro de recuperación temprana, con caídas del 16%, donde la recuperación de la actividad es algo mejor y basa su cálculo en algunos indicadores económicos de alta frecuencia.
Los dos escenarios contemplados en las proyecciones consideran caídas muy elevadas del PIB en el país para el conjunto de 2020, que oscilarían entre 9 % y un 11,6 % en la media del año. Y aún así, el organismo mantiene un tercer escenario, de riesgo, donde el PIB podría colapsar un 15,1% si la recuperación se produjese «a un ritmo muy lento».
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