El impacto del confinamiento y la posterior desescalada progresiva y asimétrica en toda España sigue pasando factura a las cuentas públicas. En los cinco primeros meses del año el Estado ha registrado un déficit de 32.251 millones de euros, lo que equivale a un 2,88% del PIB, superando ya levemente el 2,83% en el que cerró todo 2019, según las cifras facilitadas por el Ministerio de Hacienda A su vez, el déficit del conjunto de administraciones, excepto ayuntamientos, llegó en abril al 2,14%, cuadruplicando la cota del mismo mes de 2019.
Desde Hacienda explican que este comportamiento se debe a la caída de la actividad por la parálisis provocada por el estado de alarma, que ha provocado un descenso de los recursos del 10,6% (hasta los 63.950 millones). Asimismo, por el lado de los costes, las medidas adoptadas por el Gobierno para mitigar los efectos sociales, económicos y laborales de la crisis han supuesto un aumento de los gastos del 10,8% hasta mayo (elevándose a 95.017 millones).
La recaudación tributaria representa el 80,1% del total de los ingresos, –suponen 50.247 millones– lo que implica un descenso del 14,2%. Caen prácticamente todas las figuras tributarias, fundamentalmente un 10,7% de los impuestos sobre la producción y las importaciones, entre los cuales el IVA cae un 13,9%, hasta los 25.721 millones. Mientras que los impuestos sobre la renta y el patrimonio descienden un 21,6%. Así, el impuesto sobre sociedades cae un 6,7% y el IRPF un 31,5%. También disminuyen los impuestos sobre el capital, un 28% y las cotizaciones sociales un 2%.
El resto de recursos siguen la misma tendencia descendente, con una caída de las rentas de la propiedad un 26% (incluyendo el descenso de los dividendos del Banco de España), así como los intereses que disminuyen un 16,7%.
Por último, entre los recursos que aumentan, al igual que el mes pasado, destacan transferencias corrientes y de capital entre Administraciones Públicas que crecen un 2,9% fundamentalmente por los mayores ingresos por el Sistema de Financiación.
«Al igual que los meses anteriores, en esta evolución se debe tener en cuenta que las operaciones del Estado se encuadran en un contexto extraordinario por la emergencia sanitaria originada por el COVID-19, que se ha reflejado en un incremento de los programas de prestaciones sanitarias y farmacia y en un aumento de las transferencias corrientes a Seguridad Social y Comunidades Autónomas», indican desde Hacienda.
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