El número de personas que utilizan ambos canales ha crecido del 22,5% al 27,3% en un año, mientras que aquellos que nunca compran online han bajado del 77,5% al 69,2%. Sólo un 3,2% tiene Internet como principal canal, frente al 2,1% de hace un año. «El Covid ha llevado nuevos compradores al canal online y muchos de ellos se quedarán», explican los autores del estudio.
El número de personas que hacen al menos parte de su compra online se dispara en un año y ya supera el 30% de la población, según el IV Observatorio sobre Comercio Electrónico y Alimentación impulsado por la patronal Asedas y elaborado en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Los datos del estudio muestran que el porcentaje de la población que nunca compran online ha caído casi 10 puntos en sólo un año, del 77,5% al 69,2%, mientras que aquellos que priman el canal online sobre el físico casi se han duplicado, pasando del 2,1% al 3,5%. El porcentaje ha crecido además con fuerza en los llamados compradores mixtos, que mezclan ambos canales, y que ya suponen el 27,3%, frente al 22,5% de hace un año. El Covid, por tanto, no ha variado la tendencia de crecimiento del online, pero sí la ha acelerado con fuerza.
Estos compradores mixtos son además claves para los grupos de distribución porque son fieles en Internet a las enseñas donde ya hacían la compra física. «Esa fidelidad ha bajado durante el confinamiento, pero se volverá a recuperar», explica María Puelles, profesora de la UCM. Y, sobre todo, porque su gasto es muy superior al del resto de compradores, lo que les convierte en un cliente mucho más rentable para las cadenas.
En concreto, aquellas personas que compran a través de ambos canales gastan una media de 4.762 euros al año en productos de gran consumo, frente a los 3.399 euros de los compradores 100% online y los 3.151 euros que desembolsan de media aquellos que sólo compran en tiendas físicas. Las fuertes diferencias se deben a que son un comprador que disfruta más llenando su carrito y, por tanto, realiza más actos de compra y con cestas más grandes.
El estudio revela que la compra en tienda física lleva de media el doble de tiempo (30-60 minutos) que la online (15-30 minutos) y además es más frecuente, ya que los compradores suelen visitar las tiendas todos los días de la semana. En cambio, la compra online dispara su peso en las cestas por encima de los 100 euros, lo que lleva añadido una menor repetición de compra. La cuestión es que los compradores mixtos reúnen ambas cualidades, frecuencia y gasto, por lo que son el perfil más interesante para las cadenas de distribución.
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