Los precios moderan su caída con la desescalada y el final del estado de alarma. Concretamente, el Índice de Precios de Consumo (IPC) general en junio fue del -0,3%, seis décimas por encima de la registrada en mayo, según ha publicado hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aunque el IPC se volvió a situar en negativo, en junio frenaron el descenso: el grupo de transporte, con una variación del -5,2%, casi tres puntos por encima de la del mes anterior, consecuencia de que los precios de los carburantes y lubricantes para el transporte personal aumentaron este mes, mientras que bajaron en junio de 2019; y el de vivienda, que incrementó su tasa más de dos puntos, hasta el -3,8%, debido a que los precios de la electricidad y el gasóleo para calefacción subieron este mes, mientras que bajaron el año anterior.
La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuyó una décima hasta el 1,0%, con lo que se situó algo más de un punto por encima de la del IPC general. El INE ha explicado que la evolución de la tasa anual del IPC general de junio es representativa del comportamiento de los precios en su conjunto. Sin embargo, «la intensidad de la subida de los precios de los carburantes no permite dilucidar cuál es el efecto de la COVID-19», ha asegurado en una nota.
«La declaración del estado de alarma tiene una repercusión inmediata en las pautas de consumo de los hogares, debido a las limitaciones que tienen estos para acceder al mercado», ha explicado. «Y aunque desde el día 22 de junio la actividad comercial se ha reanudado, esta apertura se ha hecho con restricciones de aforo», ha añadido.
Por ello, el INE ha calculado dos agregaciones especiales, Bienes Covid-19 y Servicios Covid-19, que muestran la evolución de los bienes y servicios que los hogares adquirieron con mayor frecuencia durante el mes de junio. De esta forma, los Bienes Covid-19 -que incluyen productos de alimentación, bebidas, tabaco, limpieza y artículos no duraderos para el hogar, productos farmacéuticos, comida para animales y artículos para el cuidado personal- subieron un 2,3% en junio, cinco décimas menos que el mes anterior.
Por su parte, los Servicios Covid-19 -que contienen servicios de alquiler de vivienda y garaje, la distribución de agua, alcantarillado, recogida de basuras, gastos comunitarios, electricidad, gas, gasóleo para calefacción, servicios de telefonía, música y televisión en streaming, seguros, comisiones bancarias y servicios funerarios- se encarecieron más de un punto y medio y la tasa se situó en el -2,4%.
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