La Comisión Europea ha adoptado este miércoles, poco después del varapalo recibido por el Tribunal General de la UE en su pugna con Apple, un nuevo marco tributario para «garantizar que la política fiscal de la UE respalde la recuperación económica y el crecimiento a largo plazo de Europa». El paquete busca, según explica el Ejecutivo Comunitario en un documento, «aumentar la equidad fiscal intensificando la lucha contra el abuso y la evasión, frenando la competencia injusta y aumentando la transparencia». La medida supone una ofensiva directa por parte de la UE contra los socios en los que operan estas prácticas fiscales agresivas, como Países Bajos, Irlanda, Luxemburgo o Bélgica.
«La imposición fiscal justa sigue siendo una de las principales prioridades para la Comisión, como un medio de proteger los ingresos públicos, que desempeñarán un papel importante para la recuperación económica a corto plazo y la prosperidad a largo plazo», señala el texto. Paralelamente, la medida incluye una «simplificación» de las normas y procedimientos fiscales para mejorar el entorno de las empresas en toda la UE. Esto incluye eliminar los obstáculos fiscales y las cargas administrativas para los contribuyentes en muchos sectores, para que así «sea más fácil para las empresas prosperar y crecer en el mercado único».
El Plan de Acción Fiscal presenta 25 puntos para hacer que la tributación sea más simple, más justa y esté mejor adaptada a la economía moderna en los próximos años. Estas acciones «facilitarán la vida de los contribuyentes honestos», al eliminar los obstáculos en cada uno de los pasos, desde el registro hasta la presentación de informes, el pago, la verificación y la resolución de disputas. El plan ayudará a los Estados miembros a aprovechar el potencial de los datos y las nuevas tecnologías, para luchar mejor contra el fraude fiscal, mejorar el cumplimiento y reducir las cargas administrativas.
La propuesta extiende las reglas de transparencia fiscal de la UE a las plataformas digitales, de modo que aquellos que ganan dinero a través de la venta de bienes o servicios en estas plataformas paguen también «su parte justa de impuestos». Esta nueva propuesta garantizará que los Estados miembros intercambien automáticamente información sobre los ingresos generados por los vendedores en las plataformas en línea. La propuesta también fortalece y aclara las normas en otras áreas en las que los socios trabajan juntos para combatir el abuso fiscal, por ejemplo, a través de auditorías fiscales conjuntas.
Según ha explicado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, la UE pierde 46.000 millones de euros por la evasión fiscal de individualidades, otros 35.000 millones por la evasión corporativa y unos 50.000 millones por el flujo transfronterizo. «Son más de 130.000 millones, es un escándalo que no puede continuar sin control, especialmente en tiempos de crisis».
En la actualidad, cualquier intento de armonización fiscal en la UE tiene que ser aprobado con la unanimidad de los Veintisiete, lo que en la práctica da a cualquier país derecho a veto. Para sortear esta situación, Bruselas planea recurrir por primera vez al artículo 116 del Tratado de Funcionamiento de la UE, que permite “celebrar consultas” entre la Comisión y los Estados miembros ante situaciones de “falseamiento de las condiciones de competencia en el mercado interior” que provoquen una “distorsión que deba eliminarse”.
«Para cumplir plenamente con la agenda de impuestos justos de la UE», detalla el texto de la Comisión, «se deben activar todas las palancas de políticas existentes». Es este contexto, la UE «explorará cómo hacer un uso completo de las disposiciones del Tratado de Funcionamiento de la UE que permite que las propuestas sobre fiscalidad sean aprobadas por procedimiento legislativo ordinario, incluido en el artículo 116».
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