Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) llegaron este martes de madrugada a un acuerdo para poner en marcha un billonario plan de recuperación económica tras la pandemia de coronavirus, después de cuatro días de maratoniana negociación. Pasadas las 5.30 lo ha anunciado Charles Michel, presidente del Consejo Europeo: «¡Acuerdo!» escribía Twitter.
Un acuerdo histórico, en muchos sentidos. Por la situación extrema gravedad, por la cantidad de fondos destinado y por la duración de la cumbre, cuatro días y sus correspondientes noches. La última propuesta planteada el lunes por la tarde ha recibido luz verde de los 27 socios. «Adoptadas las conclusiones», tuiteó otro de los participantes en la cumbre. «Día histórico para Europa», dijo el presidente francés, Emmanuel Macron.
El acuerdo, que llegó después de más de cuatro días de duras negociaciones en Bruselas, ha requerido la aprobación unánime de los 27 estados miembros y representa una victoria para la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, quienes redactaron un esbozo de la propuesta en mayo. España e Italia también están entre los vencedores al ser los mayores receptores de fondos.
El fondo de emergencia otorgará 390.000 millones de euros de subvenciones o transferencias y 360.000 millones de euros de préstamos a bajo interés. En total, se mantienen por tanto los 750.000 millones, pero las ayudas directas se rebajan en 110.000 millones respecto a la propuesta original, hasta los 390.000 millones, y los créditos ascienden en la misma proporción hasta los 360.000 millones, según la última propuesta planteada en la tarde del lunes por Charles Michel, presidente del Consejo Europeo.
Casi un tercio de los fondos están destinados a luchar contra el cambio climático y, junto con el próximo presupuesto de siete billones de euros del bloque, constituirán el mayor paquete de estímulo verde de la historia. Todos los gastos deben ser consistentes con el objetivo del Acuerdo de París de reducir los gases de efecto invernadero.
Los fondos de emergencia no solo liberarán un apoyo financiero vital para las economías del sur de Europa más afectadas por el virus, entre ellas España, sino que servirán como validación de que el bloque puede ofrecer una solidaridad significativa a los miembros que lo necesitan. Con más de 100.000 europeos muertos por el virus y una economía por reconstruir, los inversores estaban buscando una muestra de unidad.
«Este acuerdo envía una señal concreta de que Europa es una fuerza de acción», dijo Charles Michel, presidente del consejo de líderes de la UE, en una conferencia de prensa posterior. «Creo que este acuerdo será visto como un momento crucial en el viaje de Europa».
Italia, el epicentro europeo original de la pandemia, probablemente será el mayor beneficiario del plan y espera recibir unos 82.000 millones de euros en subvenciones y unos 127.000 millones de euros en préstamos, según las estimaciones iniciales, dijo un alto funcionario italiano. Las disposiciones para combatir el deslizamiento de los estándares democráticos en Europa del Este se debilitaron en el último minuto para que el acuerdo fuera aprobado.
El acuerdo no fue fácil. Las conversaciones estuvieron a punto de romperse en varios puntos de la cumbre, ya que los intereses nacionales en conflicto sugerían que el consenso podría estar fuera de alcance. Si bien todos los gobiernos acordaron que las contracciones económicas de hasta el 10% en algunos países exigían medidas extraordinarias, discutieron durante horas sobre el monto final de las subvenciones, así como sobre cómo podrían analizarse los desembolsos futuros.
Al final, la estrategia se redujo en gran medida a ofrecer suficientes edulcorantes al llamado grupo de los países frugales, compuesto por Austria, Dinamarca, Holanda y Suecia, que presionaron por un paquete más pequeño. Para incorporarlos al acuerdo, Merkel, Macron y los líderes del sur de Europa acordaron reducir la dotación de donaciones, subvenciones o transferencias desde los 500.000 millones de euros iniciales.
También ha resultado crucial que el compromiso final también incluya reembolsos en efectivo para estas naciones del presupuesto regular de la UE, reduciendo sus contribuciones netas anuales. Dinamarca, Alemania, Holanda, Austria y Suecia obtendrán más de 50.000 millones de euros en descuentos durante siete años.
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