El Pleno del Congreso de los Diputados ha dado luz verde al documento de propuestas económicas de la Comisión para la Reconstrucción del país tras la pandemia de coronavirus, después de repetir la votación anulada la semana pasada tras detectarse un voto repetido que arrojaba un empate. Estas conclusiones se suman a las relativas al ámbito sanitario y a la Unión Europea, las únicas que recibieron el apoyo del PP, y juntas conforman el dictamen que inspirará la elaboración de los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021, según ha reiterado el Gobierno en diversas ocasiones.
Los servicios de la Cámara Baja anularon el voto a favor de la diputada de Unidas Podemos Marisa Saavedra, quien votó desde el hemiciclo a pesar de que su grupo había solicitado para ella el voto telemático, lo que derivó en un empate a 168 votos que hubo que deshacer. Finalmente, los socios de coalición han conseguido la mayoría de 172 votos con el apoyo de Ciudadanos, frente a 169 votos en contra. El único documento que no se incluirá en el texto final será el de políticas sociales, como consecuencia de los vetos cruzados entre los grupos y el escollo provocado por la falta de ayudas a la escuela concertada.
Con respecto a ello, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia este miércoles en el Pleno extraordinario en la que explicó el acuerdo alcanzado en Bruselas sobre el fondo de reconstrucción comunitario, ha reconocido el trabajo y el “esfuerzo importante” de la Comisión para la Reconstrucción pese a no llegar al “100% de consenso” por “vetos cruzados injustificables”, y ha confirmado que se tendrán en cuenta las recomendaciones para el Plan nacional de reformas y la hoja de ruta de las transformaciones para los próximos años.
Sánchez, ha puesto en valor el acuerdo alcanzado en Bruselas sobre el fondo de recuperación para paliar las consecuencias del Covid-19 y ha asegurado que supone un hito económico y social, «pero tambien un hito político» porque se han podido acercar posiciones muy alejadas y se ha encontrado un punto de equilibrio, ante un desafío «sin precedentes». Así, ha instado a la oposición a llegar a acuerdos como los alcanzados en Europa.
«Este es el mejor ejemplo para ilustrar que una causa común une familias de distinto color político. Europa debía entenderse con Europa, y España debe entenderse con España. Si en Europa se puede, en España se debe poder. Debemos hacer que se puedan llegar a acuerdos», ha defendido.
«Europa ha estado a la altura», ha dicho, tras recordar que la «devastación» provocada por la pandemia ha hecho que los Estados trabajen juntos en un fondo que por primera vez en la historia comunitaria garantiza la mutualización de la deuda. En este sentido, ha destacado que fue España la que propuso desde el principio un acuerdo como el que se ha fraguado en Europa, un «plan Marshall» con transferencias directas y que se financiara mediante deuda común. Así ha apuntado que España fue «determinante» en el resultado final de esas negociaciones.
De esta manera, Sánchez cierra este miércoles el curso político, explicando en un Pleno extraordinario los detalles del fondo recuperación pos-Covid acordado en el último Consejo Europeo celebrado los días 17, 18, 19 y 20 de julio. Según el presidente, los requisitos para acceder a estas ayudas están alineados con la hoja de ruta del Gobierno. «La pandemia no ha cambiado las prioridades», alineando la agenda política de transformaciones de España con la UE, en términos de digitalización, cohesión social o economía verde.
De los 750.000 millones de euros comprometidos en Bruselas para frenar la crisis del coronavirus, aproximadamente 140.000 millones servirán para financiar reformas e inversiones en España (72.700 serán ayudas a fondo perdido y el resto en créditos), una dotación con la que el presidente dijo en su momento sentirse «satisfecho al 95%» tras los cuatro días de negociaciones. La propuesta inicial fue modificada pero Sánchez ha incidido en que el importe de los fondos no ha tenido «recortes» sino «pequeños ajustes».
Asimismo, ha aseverado que esa partida que le corresponde a España representa un 11% de su PIB, lo que supone una oportunidad «histórica» que hay que aprovechar para «dar un salto de competitividad y progreso seguro» y poder decir en una década que el país es líder en economía «digital y verde». En paralelo, Sánchez ha hecho hincapié que la respuesta a la crisis de 2008 fue un «retroceso» y que Europa «se equivocó», instando a que esta vez se consiga «un éxito absoluto». «Tenemos que volver a ser quienes somos, para que Europa proteja a Europa», ha dicho.
En este punto, el presidente ha señalado que España está trabajando y quiere agilizar lo antes posible los trámites para presentar los planes con los que acceder a dichas ayudas, asegurando que el sistema acordado no facilitará que haya vetos entre los países. Eso sí, estará permtido un «freno de emergencia» en el que cualquier país miembro puede solicitar un debate político si percibe que otro Estado está incumpliendo las normas.
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