El cálculo del agujero presupuestario que debe asumir este año el conjunto de las Administraciones Públicas (Central, Autonómicas, Locales y Seguridad Social) sigue creciendo según se van sumando nuevas medidas contra el coronavirus y se van reduciendo las previsiones de la economía española. Según los cálculos de algunos expertos y de la propia AIReF ya superaría los 125.000 millones de euros (un déficit del 11,15% sobre un PIB estimado de 1,125 billones de euros).
Lo que deja desfasada la previsión del 10,34% de déficit (115.875 millones de euros) anunciado por el Gobierno en mayo. La AIReF elevó hace una semana el déficit para el conjunto del año al 11,9%, lo que colocaría el agujero presupuestario público en 133.870 millones de euros, que en caso de que la economía evolucione a un escenario adverso podría subir hasta el 14,4% o 162.000 millones, según la AIReF.
Una cifra que encaja más con las previsiones que manejan los economistas. Enrique de Areba, vicepresidente de IBC & Partners, calcula el déficit para el presente 2020 en un 11,5% (129.375 millones) al estimar que el PIB se reducirá en el año un 14%, lejos del 9,2% de caída del Ministerio de Economía que podría haberse quedado desfasado y que es el sustento de sus previsiones del déficit fiscal de este año.
Más allá de las previsiones del déficit, De Areba explica que, desde su consultora, sobre la base de los datos prorrogados del Presupuesto de 2018, hacen una previsión de desfase de 122.300 millones de euros. Por la parte de los ingresos, IBC & Partners calcula con el descenso del PIB del 14,1% que ellos vaticinan, que los ingresos fiscales del conjunto de las Administraciones Púbicas se derrumbarían en casi 54.000 millones de euros.
Muy superior a las previsiones que maneja el Gobierno que cifró la caída de la recaudación para el conjunto de las Administraciones Públicas para todo 2020 en 25.770 millones de euros, según consta en el documento de Actualización del Programa de Estabilidad de 2020 que remitió el Ministerio de Economía a Bruselas el 1 de mayo. Unas estimaciones que se hicieron bajo la premisa de que el PIB descendería este año un 9,2%, cifra superada por gabinetes internacionales.
Las previsiones que España entregó a la Comisión Europea prevén una caída de los ingresos del 5,3%, con descensos del 2,4% en el Impuesto de la Renta o del 5,2% en el IVA, a pesar de que el consumo se ha derrumbado durante el segundo trimestre y podría seguir al ralentí en el tercer y cuarto trimestres. O el Impuesto de Sociedades, cuyo descenso cifra el Gobierno en un 8,7% a pesar de que un gran número de empresas ha permanecido sin ingresos durante el confinamiento y los ritmos de recuperación están siendo muy lentos.
A esas cantidades hay que contabilizar la caída de los ingresos por las cotizaciones a la Seguridad Social que el Gobierno establece en un 5,75%, aunque en este caso, el mayor montante de la bajad proviene de las exoneraciones que el Gobierno ha aprobado para los Ertes de fuerza mayor o para los autónomos acogidos a las prestaciones extraordinarias (que se imputan también como gastos por parte de la AIReF).
No obstante, las arcas de la Seguridad Social también se resentirán de la caída del empleo que el propio Gobierno cree que descenderá casi un 10%, elevando la tasa de paro del 14,1% con que terminó el pasado año al 19% a diciembre de este.
Por la parte de los gastos, las cifras no hacen más que crecer. En este apartado, el documento remitido a Bruselas cifraba en 28.400 millones de euros el impacto que tendría que soportar la Administración Central por el Covid. La cifra, sin embargo, ha ido en aumento según se han ido aprobando nuevas medidas para hacer frente al efecto sanitario y económico de la pandemia.
La semana pasada, la AIReF elevaba el coste para la Administración Central de todas las medidas aprobadas hasta ahora a 35.320 millones de euros (8.000 millones de euros más). Y eso, en el mejor de los escenarios, pues en uno más negativo (rebrotes masivos, por ejemplo) el gasto para la Administración Central se podría elevar a 39.900 millones de euros.
A lo que se debe sumar los gastos en los que incurrirán este año las administraciones autonómicas y las locales que según la AIReF se colocan en 10.740 millones de euros en el escenario benévolo y 14.110 millones en el más desfavorable. Es decir, el Covid ha incrementado el gasto de las administraciones públicas, según la Autoridad Independiente, en un mínimo de 46.065 millones de euros y un máximo de 54.001 millones, según dos escenarios que maneja (el positivo y el negativo). Una cifra que la Autoridad Independiente ha ido incrementando según pasan los meses. En junio, con las medidas aprobadas hasta entonces, la horquilla estaba 7.000 millones por debajo (39.833 y 48.367 millones).
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