La deuda pública sigue escalando y marcando récord, empujada por la crisis económica desatada por la pandemia. En junio el pasivo aumentó en 32.087 millones de euros con respecto a mayo, hasta alcanzar los 1,289 billones, según los datos publicados este martes por el Banco de España. En términos absolutos, es la cota más alta jamás registrada en las estadísticas del organismo, que todavía no ofrece datos sobre qué ratio supone esta cifra sobre el PIB. Si se toma en cuenta el de los últimos cuatro trimestres, que recogen la sacudida provocada por el confinamiento, el pasivo ya rondaría el 110% del PIB, el nivel más elevado desde 1905.
La pregunta ya no empieza por un si, sino por un cuánto. Todos los organismos, desde el Gobierno hasta el Banco de España, el Fondo Monetario Internacional y las principales casas de análisis, dan por asumido que este 2020 pasará a la historia como el año de la mayor debacle económica de las últimas décadas. Las estadísticas ya llevan meses recogiendo el impacto devastador que el coronavirus está teniendo sobre las cuentas públicas, resultado de una repentina subida del gasto público y paralización de actividad. La pandemia, sin embargo, está lejos de terminar, lo que complica saber cuán grande será el mazazo que esta crisis infligirá a las finanzas de los Estados.
La estadística publicada este lunes por el Banco de España apunta a un alza del pasivo del conjunto de las Administraciones Públicas tanto en términos mensuales como interanuales, es decir sobre el mismo mes del año anterior. El dato implica un alza del 2,5% con respecto a mayo, y del 6,8% sobre junio de 2019. Pero, se mire como se mire, la deuda ya se ha colocado por encima del 100% del PIB, poniendo un punto final a la tendencia a la baja marcada a lo largo de 2019, cuando cerró en el 95,5%.
Aunque el Banco de España no aclare en su última estadística cuánto supone esta abultada factura sobre el PIB —según el supervisor, en el primer trimestre ya se acercaba peligrosamente al 100%, al marcar un 98,9% tras solo dos semanas de confinamiento—, si se toman los datos del producto interior bruto del cierre de 2019 la ratio ya se colocaría el 103%. Y calculada en función del PIB de los últimos cuatro trimestres —el periodo que se usa para calcular la ratio de deuda sobre PIB—, alcanzaría en junio un vertiginoso 110%. Para encontrar un guarismo parecido hay que dar un enorme salto atrás en la historia y retroceder hasta 1905, según los datos del historiador económico Francisco Comín, cuando España todavía arrastraba las heridas de varios conflictos bélicos.
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