La Fiscalía General del Estado (FGE) constata en su Memoria Anual correspondiente al ejercicio 2019 una tendencia a la baja en los delitos de fraude del IRPF y un aumento en los fraudes de IVA y Sociedades, así como un ligero repunte en el número de defraudaciones a la Seguridad Social. En el documento, la FGE reconoce que la inexistencia de un sistema informático normalizado e igual para todo el territorio, impide tener noticia exacta de la evolución numérica de la criminalidad en la materia. De ahí que los datos que aporta el documento, contengan estimaciones aproximadas.
La Fiscalía lamenta la dificultad que supone la determinación de los delitos societarios, ya que el hecho de que su enjuiciamiento está encomendado a los Juzgados de lo Penal hace extremadamente problemático su cómputo. Asimismo, y como en anteriores ocasiones, deplora la falta de medios con las que trabajan los fiscales, carencia que afecta a la tramitación de las infracciones «más denostadas y que mayor rechazo originan en una sociedad torturada por una grave crisis económica», generadora de profundas desigualdades y particularmente cruel con las clases más desfavorecidas.
La Memoria destaca también el enorme grado de especialización que exige la investigación de estos delitos, normalmente materias complejas y sometidas a continuas modificaciones legislativas y jurisprudenciales. Entre los delitos que se enmarcan en el ámbito económico destaca la falsificación de moneda y de tarjetas de crédito, Durante los últimos doce meses se han intervenido unas cantidades bastantes similares de billetes falsos con respecto a los últimos cinco años, señala la Memoria, y desde 2014, solo en 2018 se intervinieron menos billetes que en 2019.
Por denominaciones, en España la falsificación del billete de 50 euros concentró la mayor parte de las falsificaciones detectadas durante 2019, situándose a continuación el de 20 euros y después el de 10 euros; de las restantes denominaciones, las cantidades no fueron significativas en comparación a las anteriores. La mayor parte de las falsificaciones detectadas en España se concentraron en siete provincias: Barcelona, Madrid, Sevilla, Málaga, Valencia, Bilbao y Alicante.
Lo que sí ha detectado la Fiscalía General del Estado es un aumento de la comercialización de monedas y tarjetas de crédito falsas a través de internet, especialmente en la «Darknet», así como su empleo para adquisición de útiles y elementos necesarios para llevar a cabo la posterior falsificación, aunque no facilita cifras concretas. La distribución y penetración de la moneda falsa en España se realiza mediante los diferentes pasadores y a través de empresas de paquetería.
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