«El trabajo autónomo necesita ya un rescate». Así lo exige Eduardo Abad, presidente de la asociación Upta, advierte de que si no se activan medidas de apoyo podría producirse una auténtica desbandada en el mes de septiembre. En concreto, desde esta organización calculan que más de 200.000 autónomos podrían darse de baja este mes de forma precipitada. «Y va a ser un problema», advierte el representante de Upta.
Para tratar de mitigar esta complicada situación, los autónomos, a través de las organizaciones sectoriales más representativas, piden activar de nuevo el cese extraordinario de actividad, en los mismos términos que cuando se aplicó a partir de marzo tras estallar la crisis provocada por el coronavirus. «Siendo parecido al cese de actividad ordinario, tiene otras connotaciones y maneja otros factores a los que hay en estos momentos, que es lo que explica que en agosto menos de 150.000 personas se hayan beneficiado de las ayudas de cese de actividad», explica Eduardo Abad.
Una situación muy distinta a la vivida a partir de marzo, cuando casi un millón y medio de trabajadores por cuenta propia pudieron recibir las ayudas públicas. ¿Pero cuánto costaría aplicar de nuevo las prestaciones por cese extraordinario de actividad en esas mismas condiciones? Según cálculos de Upta, el coste podría rondar los 6.000 millones de euros solo para rescatar a los autónomos durante este año.
La cifra puede parecer elevada, pero los autónomos recuerdan el dinero que Europa ha dado a España, como los más de 21.000 millones del fondo SURE, principalmente para pagar las ayudas relativas a los Erte y otras medidas excepcionales. «Si una parte de esas ayudas van para los Erte y para blindar las ayudas por la pérdida de empleo por cuenta ajena, no tendría mucho sentido que no se blindase el empleo por cuenta propia», advierte Abad.
«Es el momento de volver a socorrer a los trabajadores autónomos, igual que se les socorrió en marzo, porque ya tenemos al sector del ocio prácticamente desestructurado, el del comercio dando sus últimos coletazos antes de que finalice la temporada, la educación y la enseñanza con sus negocios prácticamente a cero, o a los feriantes y vendedores ambulantes, que han pasado un auténtico calvario», recuerda Abad. Son más de 400.000 autónomos los que en estos momentos se están planteando el cierre definitivo de sus negocios ante la imposibilidad de poder desarrollar su actividad, calculan desde Upta.
Las críticas y exigencias al Gobierno han sido habituales en las últimas semanas, coincidiendo tanto en el diagnóstico general como en la necesidad de recuperar la prestación extraordinaria por cese de actividad. Hace unos días era Lorenzo Amor, presidente de ATA, el que calificaba de «absoluto fracaso» la situación que están viviendo los trabajadores por cuenta propia.
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