A tres días del fin de la prórroga de los ERTE, las negociaciones entre Gobierno y empresarios se resiste. Antonio Garamendi, presidente de CEOE, insiste en que los empresarios no aceptarán la fragmentación por sectores. «Los empresarios no vamos a aceptar ninguna propuesta que deje fuera a sectores y empresas afectados por la pandemia», ha afirmado en una entrevista que este domingo publica el diario ABC.
«Entendemos que hay que atender especialmente al turismo, que es el sector más delicado, en el que están las actividades aéreas, los hoteles o las agencias de viaje, pero que no se incluya en la prórroga, por ejemplo, al ocio nocturno, que cuenta con 19.000 locales con 90.000 trabajadores, que no se incluya a toda la hostelería y el comercio de España o a parte del sector industrial que también lo necesita sinceramente no lo entiendo», ha lamentado Garamendi.
El presidente de CEOE explica que muchas empresas están siendo perjudicadas por cierres, limitaciones de horarios y de aforos que responden a medidas sanitarias impuestas por las autoridades, por lo que estas tienen que seguir dando respuesta al delicado escenario empresarial.
Antonio Garamendi ha rechazado la propuesta del Gobierno de que sea la autoridad laboral quien decida qué empresas acceden o no al ERTE, ya que «generaría una inseguridad jurídica tremenda». Esta opción llevaría a que cada comunidad autónoma aplicara criterios diferentes. «Los empresarios queremos una fórmula objetiva que atienda a todo el que lo necesite», ha insistido.
El líder de los empresarios ha denunciado que las negociaciones están siendo más complicadas por la resistencia del Gobierno a aportarles los datos objetivos del coste de los ERTE. El coste de este instrumento que ha impedido el cierre de cientos de empresas en España no coincide entre las cifras a las que alude el Gobierno y las aportadas por el Ministerio de Trabajo. «Sin datos es muy difícil negociar, además de poco serio», reprocha.
Garamendi ha manifestado su rechazo a la medida defendida por el ministro Escrivá, consistente en dar bonificaciones a las empresas por los trabajadores que incorpore desde un ERTE. Asimismo, rechaza que los empresarios carguen con la responsabilidad de que no se llegue a un acuerdo en los próximos tres días. «Nosotros llegaremos a un acuerdo si nos parece razonable, pero que a los empresarios no nos culpen si no lo hacemos», ha aseverado.
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