El déficit del Estado español entre enero y agosto ascendió a 60.295 millones de euros, una cifra que equivale al 5,39 % del PIB y que multiplica por cuatro el dato del mismo periodo de 2019 (15.316 millones). Según los datos publicados este miércoles por el Ministerio español de Hacienda, este repunte del déficit, marcado por la pandemia de coronavirus, se deriva tanto de una caída de los ingresos estatales del 13,9% como de un aumento de los gastos del 18,9%.
En términos primarios -es decir, sin tener en cuenta los intereses de la deuda-, el Estado registró un déficit de 45.008 millones, un 4,02% del producto interior bruto (PIB), cuando hace un año se anotaba un superávit primario de 1.775 millones. En los primeros ocho meses del año, el Estado ingresó 110.480 millones, un 13,9% menos. Los ingresos por impuestos se redujeron un 16,1% en este periodo, lo que supuso la pérdida de 17.186 millones de euros, un 1,54% del PIB.
La recaudación del IVA bajó un 15,6%; la de IRPF, un 27,4%, -debido no solo al parón de la actividad económica, sino también al efecto del sistema de financiación autonómica, cuyas entregas a cuenta no contemplaban la crisis- y la del impuesto de sociedades, un 7,1%. Por lo que respecta a los gastos, se dispararon un 18,9%, hasta los 170.775 millones, en buena parte por las transferencias a la Seguridad Social (14.003 millones) y el fondo COVID distribuido entre las comunidades autónomas para paliar los efectos de la pandemia (6.000 millones), así como por los programas sanitarios.
También se incrementaron los consumos intermedios (un 18,3%), las transferencias a otras Administraciones (32,4%) y la remuneración de los asalariados (un 0,7%). El incremento del déficit público ya estaba previsto debido al impacto de la crisis derivada de la pandemia y el Gobierno avanzó a Bruselas en abril que llegará al 10,34% del PIB a cierre de año.
Asimismo, Hacienda ha publicado el déficit consolidado de Administración Central, Comunidades Autónomas y Seguridad Social de mes de julio, que se situó en el 6,54% del PIB, excluyendo la ayuda financiera. En esos siete meses, el déficit ascendió a 73.128 millones (casi el triple que un año antes) la mayor parte correspondiente a la Administración central (5,42 del PIB) y, en menor medida, la Seguridad Social (1,39 del PIB).
Las comunidades autónomas, por su parte, lograron un superávit equivalente al 0,27% del PIB, gracias a varias medidas adoptadas por el Gobierno, entre ellas el fondo Covid-19, al efecto de las entregas a cuenta y a la liquidación definitiva del sistema de financiación.
Powered by WPeMatico