El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido al Parlamento Europeo un esfuerzo para superar los escollos en la negociación con el Consejo Europeo sobre los presupuestos comunitarios y el fondo de recuperación tras la pandemia, para que ambos se puedan poner en marcha en enero. «Es urgente que el Parlamento Europeo desenlace muchos de los nudos» en esta negociación, ha dicho Sánchez en su comparecencia de prensa al finalizar el Consejo Europeo extraordinario celebrado en Bruselas.
Ha pedido la «voluntad de todas las instituciones» para llegar a un consenso que haga posible disponer de estos fondos a partir del año que viene. «La política está para eso, para dar soluciones», ha dicho. Sánchez ha reconocido el riesgo de que eso no ocurra y las consecuencias negativas que puede tener para las economías de la Unión, incluida la española -la más afectada por la COVID-19. Por eso ha señalado que, en un contexto como el actual, «cuánto más» contribuyan todas las instituciones «a construir esa confianza» que se necesita para la recuperación «será mucho mejor para todos».
Entre los escollos de la negociación, Sánchez ha considerado que el principal es el de los recursos propios de la UE -los impuestos europeos que se quieren poner en marcha para alimentar el presupuesto comunitario, sobre los que hay un amplio debate-. Sánchez ha citado otros como el mecanismo para salvaguardar el Estado de derecho. En este caso ha apuntado que el Gobierno español está «cómodo» con la propuesta de la Presidencia de turno de la UE, la alemana.
Dicha propuesta prevé que se pueda sancionar con la suspensión o reducción de los fondos las violaciones de los principios del Estado de derecho que afecten de un modo suficientemente directo a la buena gestión del presupuesto de la UE o de los intereses financieros de la Unión. Los Veintisiete han reconocido por otra parte su preocupación por la evolución de la pandemia en el continente, según ha explicado Sánchez, y han «compartido análisis y estrategias» para hacerle frente, así como la necesidad de dar una respuesta que sea «coherente y homogénea».
Una cuestión de la que también ha hablado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en su comparecencia, en la que ha considerado que hay que reforzar los esfuerzos de coordinación en la gestión de la COVID-19 y ha llamado a todos a mantenerse «unidos» ante esta situación. Sánchez ha asegurado que los líderes de la UE han expresado en esta cumbre su «preocupación» por la utilización partidista que se está haciendo de la pandemia.
En este momento en el que su Gobierno está en plena batalla política con la Comunidad de Madrid -la más afectada por la pandemia- por las nuevas medidas para atajar los contagios ha pedido a los partidos, «al menos a los partidos tradicionales», en clara alusión al PP, que dejen de usarla para «polarizar» porque «favorecer la antipolítica» y sólo benefician a la ultraderecha.
Por otra parte, Sánchez ha explicado a los medios de comunicación que ha trasladado a sus colegas europeos la necesidad de «modernizar» el régimen actual de las ayudas de Estado, para facilitar las transiciones ecológica y digital. También ha insistido en la necesidad avanzar en la convergencia fiscal europea para mejorar el funcionamiento del mercado único.
Por otro lado, el presidente del Gobierno ha subrayado que se ha producido en este Consejo un intenso debate sobre la necesidad de reforzar la autonomía industrial europea -hacer que la UE sea autosuficiente y no dependa de terceros para proveerse en caso de nuevas crisis o pandemias-.
También ha defendido la necesidad de poner en marcha el impuesto de carbono en frontera -un arancel a los bienes importados que utilicen en su proceso productivo tecnologías muy intensivas en CO2-, para que las empresas europeas puedan competir en mejores condiciones con las compañías de otros países «subsidiadas por sus gobiernos».
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