El vicepresidente del BCE reclama una retirada «pausada y acompasada» de la retirada de estímulos para evitar un efecto «precipicio» en la economía. También avisa de que existe riesgo de liquidez en Europa por los reembolsos de los fondos de inversión
El BCE pide instituciones fuertes para superar la crisis de la pandemia. Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, ha advertido de que la recuperación económica ha perdido intensidad por los rebrotes en la mayoría de los países europeos y ha reclamado instituciones y una gobernanza «de calidad» para superar la mayor caída de la actividad desde la Segunda Guerra Mundial.
«Hay divergencias importantes por países tanto en la caída del segundo trimestre como en la recuperación. No es un tema baladí. Los países que se comportan mejor son los que tienen mejores instituciones y una gobernanza de calidad», ha explicado Guindos durante el XI Encuentro Financiero organizado por EXPANSIÓN y KPMG. Para el vicepresidente del BCE, que no se ha referido a ningún país en concreto, es «básicos» que en estos momentos los países «inviertan» en mejorar sus instituciones.
En este sentido, Guindos ha esgrimido que en tiempos de elevada incertidumbre como el actual, con una ola de rebrotes en la mayoría de los países de la zona común, se requiere de una política económica «muy predecible». Con este argumento para afrontar la crisis, el vicepresidente del BCE ha reclamado a los distintos Gobiernos una retirada «gradual y acompasada» de las ayudas, como las moratorias y los avales públicos para sostener la financiación hacia la economía. «Resulta de vital necesidad que la retirada de estímulos sea de forma pausada y aquilatada a la evolución económica para evitar el efecto precipicio», ha afirmado. El vicepresidente del BCE ha alertado de que una retira «rápida» de los estímulos para combatir la pandemia podría provocar una «caída brusca» de la actividad, si bien también ha advertido de efectos negativos si las ayudas se mantienen en el tiempo.
Entre las incertidumbres detectadas por la pandemia, Guindos ha avisado de que existe riesgo de liquidez en Europa por los reembolsos de los fondos de inversión. De hecho, ha recordado que en marzo se produjeron importantes salidas de fondos que generaron una tensión de liquidez en el sistema, sólo aminorada por la actuación de los supervisores. «Pero la situación no ha mejorado desde el punto de vista de liquidez», ha subrayado, para después reclamar a futuro un marco de actuaciones macroprudencial sobre el sector financiero no bancario, que cada vez adquiere mayor importancia para financiar la economía.
Otra de las preocupaciones que centrará la labor del BCE es la baja rentabilidad del sector financiero europeo, que se ha reducido del 5% de media al 2% por la pandemia. En este sentido, ha detectado una correlación entre la rentabilidad y el nivel de provisiones, de forma que los bancos más rentables son los que mayores esfuerzos han realizado para cubrir el deterioro de las carteras de crédito. «La baja rentabilidad impide ir al mercado de capitales, dificulta la generación orgánica de capital y puede llevar a una situación en la que las provisiones no sean las adecuadas», ha avisado.
También ha subrayado la caída de ingresos por intereses, sobre todo en España e Italia, y ha insistido en pedir más fusiones. «La necesidad de reducción de costes y de la capacidad instalada es incluso más necesaria que antes de la pandemia. Pero es un instrumento, no es una finalidad en sí misma», ha defendido.
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