El Pleno del Congreso ha aprobado este jueves prorrogar hasta el 9 de mayo de 2021 el estado de alarma decretado por el Gobierno para hacer frente a la segunda ola del coronavirus, aunque ha dejado abierta la posibilidad de que la medida pueda ser levantada en marzo, en función de la evolución de la pandemia.
La prórroga ha contado con el apoyo de 194 diputados de PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, Más País-Equo, Compromís, PNV, BNG, Coalición Canaria, Nueva Canarias, el Partido Regionalista de Cantabria, Teruel Existe y los cuatro diputados del PDeCAT, que por primera vez han votado distinto de sus compañeros de Junts.
Ha habido 53 votos en contra, que son los de Vox y del diputado del Foro Asturias, mientras que el PP se ha abstenido, al igual de Bildu, la CUP y Unión del Pueblo Navarro (UPN), sumando 99 abstenciones. Esquerra Republicana pactó con el PSOE una propuesta de resolución, aprobada por la mañana, y que obliga al presidente Pedro Sánchez a rendir cuentas cada dos meses de la aplicación del estado de alarma.
Además, establece que, tras cuatro meses de prórroga (9 de marzo), la Conferencia de Presidentes, previo acuerdo del Consejo Interterritorial de Salud, pueda decidir, a la vista de la evolución de los indicadores sanitarios, epidemiológicos y sociales, si lo levanta o lo mantiene hasta el 9 de mayo. Esas comparecencias de Sánchez serán en paralelo a las que protagonice mensualmente Illa ante la Comisión de Sanidad para detallar los datos y gestiones correspondientes a su departamento. También ha salido adelante la enmienda del PNV para que enclaves como el Condado de Triviño, que está territorio alavés pero pertenece a Burgos, tenga que aplicar las restricciones que se aprueben para Álava.
Los populares anunciaron a última hora del miércoles su abstención, aunque mostraron que no estaban de acuerdo con la medida. Hoy, durante su intervención en el Congreso, el líder del PP, Pablo Casado, ha denunciado la «imprevisión» del Gobierno en esta segunda oleada del coronavirus y ha justificado la «abstención crítica» de su partido en la prórroga del estado de alarma, para «no dejar el campo sanitario descubierto, pero para no avalar el atropello legal que han hecho».
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, había pedido a los populares el apoyo a la prórroga «por el bien de todos» y que demostrara que está en una oposición «constructiva», «de Estado» y que «consolida» la posición que mostró la semana pasada rompiendo con Vox. Durante su intervención, ante la presencia del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, Illa invitó al PP a «hacer una reflexión y tomar una decisión». Además, recordó a la formación liderada por Pablo Casado que el Gobierno «está haciendo lo mismo que hacen la mayoría de los gobiernos y apoyan la mayoría de las oposiciones con sentido de Estado de toda Europa».
Casado, no obstante, ha abundado en las críticas: «Viene aquí a acusar al PP y a echarnos en cara que las comunidades tengan que usar los únicos mecanismos legales que ustedes les permiten utilizar, dejándoles abandonados y no asumiendo con coraje, con decisión, con determinación, con eficacia y con patriotismo la lucha contra esta pandemia», ha criticado el presidente del PP. El líder del PP ha cargado contra el «ausente» Pedro Sánchez frente a Enmanuel Macron y Angela Merkel, que han liderado la pandemia en sus países.
Illa, por su parte, ha fijado como objetivo, no obstante reducir la incidencia por debajo de los 25 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días (España se encuentra en 452, según los últimos datos de Sanidad), 4% de positividad (actualmente en el 13,5%) y el 5% de ocupación de UCI (25,5% en estos momentos). Actualmente toda España, salvo Canarias, está en indicadores de riesgo alto muy alto.
«Es cierto que es un objetivo progresivo y partimos de niveles muy altos, pero ese es el horizonte sobre el que tenemos que ir avanzando», ha señalado el ministro, pese a que la situación actual resulta «muy preocupante» y el COVID-19 «se extiende por todo el mundo a gran velocidad todos los días».
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