En lugar de poder desgravar en la base imponible del IRPF hasta 8.000 euros aportados, con la nueva ley de presupuestos se bajaría a 2.000 euros. Aunque parece una reducción drástica, lo cierto es que solo el 8% de los dueños de este tipo de vehículos hace habitualmente aportaciones anuales por encima de ese límite.
En España hay 7,5 millones de personas que tienen un plan de pensiones individual (otros 1,9 millones tiene un plan de pensiones empresarial). Las asociaciones bancarias y de seguros, que controlan este mercado, insisten en que el empeoramiento de la fiscalidad afectaría a todos los partícipes. Pero la inmensa mayoría no puede, o no quiere, hacer aportaciones por encima de esos 2.000 euros fijados.
De acuerdo con la última memoria sectorial elaborada por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), el 68% de los propietarios de planes individuales no hizo ninguna aportación en 2018 (último dato disponible). En los informes de años anteriores, la proporción es similar. De los partícipes de planes, el 26% hizo en 2018 aportaciones de menos de 1.800 euros. Y solo el 7,53% invirtió en su plan por encima de ese límite.
El motivo por el que el Ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos quiere revisar la tributación de los planes de pensiones es porque son más beneficiosos para las rentas altas que para las bajas. De acuerdo con los cálculos realizados por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), el 37% de los beneficiarios de las desgravaciones de planes de pensiones pertenece al 10% de los contribuyentes con más rentas. Y, como aportan más, se benefician del 67% del coste recaudatorio, lo que suponen más de 1.100 millones de euros. Es decir, que dos tercios del coste fiscal de desgravar los planes de pensiones, beneficia al 10% de contribuyentes más ricos.
El Gobierno es consciente de esa regresividad, y por eso ha decidido modificar el régimen de desgravaciones. Además de rebajarla con fuerza en planes individuales, va a aumentarla en los planes de empleo (creados en el ámbito de la negociación colectiva, normalmente en grandes empresas y administraciones públicas).
Las aportaciones a los planes de empleo podrán llegar a los 8.000 euros anuales, como hasta ahora. Pero, además, se permitirá a sus propietarios que se beneficien del tope de desgravación de hasta 2.000 euros en planes individuales. Por lo tanto, podrían llegar a desgravarse hasta 10.000 euros anuales.
Desde la patronal de los seguros (Unespa) y la asociación de las gestoras de fondos de inversión y de pensiones (Inverco, controlada por la banca), se han mostrado muy críticos con el informe de la Airef y con la propuesta del Ejecutivo.
“Respecto a la regresividad, nunca se suele tener en cuenta que el dueño de un plan de pensiones tiene que tributar en el momento del rescate. Si es una persona que ha tenido rentas altas, también tendrá buenos ingresos en el momento de su jubilación, al margen de la pensión pública, y la renta que obtenga del plan de pensiones tributará a su tipo marginal del IRPF”, explica Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco.
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