El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha criticado que los presupuestos de 2021 se sustentan en un escenario macroeconómico poco realista y en una previsión de ingresos demasiado optimista, mientras se eleva el gasto estructural y se suben los impuestos a las empresas, lo que lastrará la recuperación.
Durante la presentación de la «Nota de Opinión sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2021», el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, ha considerado que la subida de las pensiones y los salarios públicos un 0,9% forma parte de un aumento del gasto «mal focalizado» en un contexto de crisis y de baja inflación.
«Esa subida tendría que haber sido más específica, por ejemplo, para los empleados de la sanidad o las pensiones no contributivas. Es una mala señal tanto para Europa como para los mercados», ha afirmado Fernández de Mesa, que cree que no se avanza en el camino correcto para volver a equilibrar las cuentas públicas en el medio plazo.
En 2022 «el déficit público seguirá siendo de los mayores de Europa, lo que compromete la credibilidad en la sostenibilidad de nuestra deuda pública a futuro», señala la nota. El IEE entiende que, aun siendo necesarios unos presupuestos expansivos, hay margen para una mayor eficiencia del gasto público, ya que calcula que se podrían provisionar los mismos servicios públicos actuales con un 14% menos de gasto, lo que supondría un ahorro de unos 58.000 millones de euros.
Además, el IEE estima que las medidas fiscales anunciadas van a suponer un aumento de la presión fiscal para los contribuyentes, lo que sumado a la sobreestimación de los ingresos públicos (en entre 1 y 2 puntos de PIB), comprometerán la recuperación económica.
Fernández de Mesa, también presidente de la Comisión de Economía de CEOE, ha asegurado que el 80% de las subidas de impuestos van dirigidas a las empresas, para las que resulta especialmente preocupante la limitación de la exención por dividendos y plusvalías del impuesto sobre sociedades al 95% (frente al 100% vigente), porque equivale a un impuesto adicional que va a generar doble imposición.
Según ha explicado el director general del IEE, Gregorio Izquierdo, se producirá una doble imposición sobre el 5 % de los dividendos y plusvalías de filiales, unos rendimientos por los que ya se ha tributado previamente. Además, ha señalado que esta doble imposición apenas existe en la UE, lo que provocará una desventaja competitiva para las empresas españolas.
La propuesta perjudica a las empresas porque supone una barrera a su internacionalización, en tanto que la penalización fiscal va a forzar reorganizaciones en la estructura de las empresas cuando sus prioridades deberían ser otras, al tiempo que introduce una motivación fiscal a retrasar en el tiempo la retribución al accionista y la repatriación de capitales, añade la nota.
Sobre los incrementos del impuesto sobre el patrimonio y el IRPF, dice que pueden provocar la deslocalización de las personas con más capital humano hacia otros territorios y complicar la atracción y la retención del talento para las empresas españolas. La subida del IVA del 10% al 21% para bebidas azucaradas se considera injusta y discriminatoria, porque no hay experiencia concluyente respecto a su capacidad para la modificación de hábitos alimentarios.
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