La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estima que la ratio deuda sobre el PIB se puede estabilizar en el peligroso entorno del 120% en los próximos años si el Gobierno no toma medidas concretas para reducir el endeudamiento, ya sean políticas destinadas a estimular el crecimiento o a reducir la deuda a través del gasto público. En este escenario subyace la hipótesis de que el crecimiento volverá a su nivel potencial y el cierre la brecha de producto a lo largo de los próximos cinco años. Esta advertencia se une a la de Bruselas sobre los desequilibrios de la economía nacional.
En el Observatorio sobre la Deuda, la AIReF ha reconocido que en los primeros nueve meses de 2020, la deuda pública suma casi 120.000 millones de euros, hasta alcanzar los 1,3 billones de euros. Esto supuso un aumento de la ratio de deuda sobre PIB de 18,6 puntos respecto al cierre del año pasado, situándola en el 114,1%, su valor máximo de los últimos cien años.
En los últimos 5 años de crecimiento económico y de tipos de interés históricamente bajos, la ratio de deuda sobre PIB se redujo sólo 5,2 puntos frente al aumento de 65 puntos registrado entre 2008 y 2014. Este descenso es notablemente menor al registrado en los países de la zona euro con una deuda elevada y un crecimiento acumulado similar. Según la AIReF, el cumplimiento estricto del requerimiento de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (LOEPySF) habría situado la ratio de deuda en torno al 90% del PIB en el escenario más favorable a finales de 2019, generando un espacio fiscal algo mayor. Pese a todo, «el margen generado no habría sido suficiente para compensar el aumento en la ratio de deuda previsto para 2020, sin precedentes en tiempos de paz».
La AIReF estima un incremento de 22,8 puntos en la ratio de deuda en 2020, situándola en el 118,4 % del PIB a finales de ese año. Para 2021 se espera una reducción de 2,4 puntos en 2021 hasta el 116%, bajo la hipótesis de la ejecución de la totalidad de los proyectos incluidos en los PGE. Ambas previsiones están en línea con las presentadas por el Gobierno.
En 2020, la combinación de aumento de déficit público y caída del PIB será probablemente la mayor en la historia reciente, contribuyendo ambos factores a la escalada de la ratio. Por su parte, el rebote del crecimiento económico esperado en 2021 junto, con un entorno de tipos de interés en mínimos históricos, lograrán reducir la ratio de deuda, a pesar de que se mantenga un déficit primario en el próximo año.
La caída de los tipos de interés registrada en los últimos años ha permitido una considerable reducción de la carga de la deuda, situando el gasto por intereses en el 2,3% del PIB a finales de 2019. Desde mediados de 2012, el coste efectivo de financiación de la deuda se ha reducido de manera sistemática en una cuantía de 180 puntos básicos, lo que ha permitido reducir el gasto en intereses incluso en valor absoluto, desde los 35.442 millones de euros de 2014 hasta los 28.349 millones de 2019.
El organismo explica que la curva española de tipos de interés se sitúa cerca de los mínimos históricos. Bajo las actuales condiciones de financiación, la AIReF estima que la carga financiera no representa una presión de gasto preocupante en el corto plazo.
La AIReF afirma que la contención de la crisis sanitaria y la normalización de la actividad económica serán elementos imprescindibles para la estabilización de la ratio de deuda sobre PIB en los próximos años. Bajo los supuestos del escenario inercial de la AIReF y en ausencia de medidas -contractivas o expansivas-, la ratio de deuda sobre PIB se estabilizaría en el entorno del 120% en los próximos años. En este escenario subyace una senda de crecimiento por encima de la tendencia y el cierre la brecha de producto a lo largo de los próximos cinco años.
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