La respuesta sin precedentes dada por los socios del euro a la crisis causada por el coronavirus sirvió para amortiguar un varapalo que, de otra forma, hubiera sido muy doloroso para la región. El BCE vistió este martes de números el impacto positivo del estímulo activado por las cinco principales economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia, España y Holanda). Según señala la institución en un estudio, el conjunto de las medidas nacionales adoptadas por estas grandes economías generó un crecimiento adicional del 3% del PIB tanto para este año como para el que viene, amortiguando así el mazazo de la mayor recesión en casi un siglo. El eurobanco además destaca el efecto de la intervención española en el tejido empresarial, ya que ayudó a evitar el cierre de un tercio de las empresas.
«El impacto de las políticas ha sido más fuerte en Italia y España que en Francia y Alemania. Esto refleja la mayor proporción de empresas (alrededor del 36% en España y el 40% en Italia) que dejarían de poder hacer frente a sus deudas sin el apoyo de la política en los dos meses posteriores al shock pandémico, así como una disminución más fuerte de los flujos de caja corporativos,» señala el documento publicado este martes.
El arsenal desplegado por los socios del euro frente a esta crisis ha sido similar. Sin embargo, la munición dependió del espacio fiscal con el que contaba cada país. En el caso de España, el desequilibrio de nuestras cuentas públicas ha limitado nuestra potencia de fuego. En total, el BCE estima que las cinco mayores economías del euro activaron estímulos hacia la economía real por valor del 8% del PIB de la región. El próximo año se espera que caiga hasta el 2% del PIB de la región.
En estos meses, los Gobiernos han activado garantías de préstamos para empresas (una de las principales herramientas en España), los ERTE y otros esquemas similares nacionales, han aplazado impuestos y ofrecido ayudas directas a hogares y empresas. En países como Italia y España, además se adoptaron medidas para impedir que las empresas despidan a sus trabajadores. También se alivió la carga de los deudores durante la pandemia, con moratorias al pago de préstamos.
El BCE señala que, en el caso de Alemania, Italia y los Países Bajos, desempeñaron un «papel clave» este año las medidas orientadas a la suspensión temporal de los pagos de las empresas (desgravación fiscal, moratorias y planes de trabajo a jornada reducida) o la liquidez ofrecida en condiciones generosas. En el caso español y francés, resultaron más relevantes los préstamos garantizados a empresas. El eurobanco señala que el efecto de estas garantías todavía se notará el próximo año, en parte porque ayudarán a estimular la demanda. Este efecto retardado, unido a la prórroga de los ERTE, ayudaría a mitigar el impacto negativo de la desaparición gradual de los estímulos en 2021, opina el BCE.
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