La vacuna contra el coronavirus funcionará simultáneamente contra la crisis económica. Con la hipótesis de que el remedio se aplique a la población a partir de la primavera de 2021, “el PIB no recuperará plenamente el terreno perdido desde el inicio de la crisis hasta comienzos de 2023, un año antes que en un escenario sin vacuna”, según un estudio publicado por Funcas. La senda de recuperación “podría consolidarse” con un crecimiento del 6,2% en 2022, gracias al aumento del consumo privado, de la inversión en bienes de equipo y del turismo, explican los autores de dicho estudio.
Hay dos factores muy importantes que contribuirán al crecimiento económico una vez logrado el antídoto y el primero es el ascenso del consumo. Cabe esperar, dice el informe, un incremento del gasto en consumo privado en 2021 de 14.000 millones de euros y en 2022, de 25.000 millones adicionales. Esto situará la tasa de ahorro en el 8,8% dentro de dos años, “en torno a su nivel de equilibrio”.
Por su parte, la aplicación masiva de la vacuna facilitará la movilidad y la recuperación del turismo extranjero, aunque de una manera paulatina. El estudio de Funcas calcula que en 2021 la actividad turística será un 50% de la registrada en 2019 (este año ha sido de un 30%) para llegar al 90% en el último trimestre de 2022.
En cuanto al mercado laboral, medidas como los ERTE, de apoyo a los autónomos o de flexibilidad interna en las empresas como el teletrabajo “seguirán amortiguando” el impacto sobre el empleo. Por esta razón, “la recuperación de la economía tardará en generar nuevos empleos”, afirman los autores, que prevén una tasa del paro del 15,5% en 2022.
El déficit llegará al 8,6% del PIB en 2021, por el aumento del gasto público en consonancia con el Plan Europeo de Recuperación y la deuda pública estará cercana al 120% del PIB, por lo que la vacuna “apenas ayudará a reducir los desequilibrios del sector público”, según las previsiones.
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