El Banco Central Europeo (BCE) tiene previsto despejar mañana las dudas sobre la política de dividendos que marcará la hoja de ruta de las entidades financieras en los próximos meses de pandemia. Los supervisores del BCE se reunirán mañana para revisar esta cuestión y votarán una propuesta que permitirá a la banca abonar a sus accionistas hasta el 15% de los beneficios obtenidos en este ejercicio y el pasado, según han informado fuentes cercanas a Reuters.
Hasta ahora, las opiniones en el seno del BCE estaban divididas. Incluso el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, dejo claro en más de una ocasión su idea de mantener las restricciones del pago del dividendo en la banca “hasta que se consolide una recuperación económica sólida”, algo que por el momento no sucede, según varios expertos.
El gobernador ha repetido en varias ocasiones que “dadas las actuales circunstancias, la prudencia en la distribución del dividendo tendrá que mantenerse”. Aunque sus declaraciones no han tenido en cuenta aún un efecto positivo de la vacuna contra el coronavirus, lo que puede hacer cambiar el negativo escenario macroeconómico.
Pese a ello, la presión de Estados Unidos, pero sobre todo ahora la de Reino Unido, que ha levantado el veto a sus grandes bancos para que puedan repartir dividendo, pesará sobre el anuncio que realizará hoy el BCE. Esta medida ya es un ligero alivio para Banco Santander, que podrá inyectar 400 millones de euros a su matriz a través de su filial británica.
De momento, todos los bancos consultados y fuentes financieras coinciden en que el BCE es partidario de extender el veto al pago de dividendos iniciado el 27 de marzo, y reforzado en julio, hasta mediados de 2021 (ahora es hasta el 1 de enero), pero con cierta apertura para los bancos más fuertes ya desde principios de año. Así, permitiría a algunas entidades repartir un pay-out (beneficio destinado al pago a los accionistas) del 15% a un máximo del 20%, pero de forma individual y, dependiendo de la fortaleza de cada banco.
Los bancos españoles llevan tiempo reclamando que se levante esta prohibición, ya que la consideran discriminatoria frente a otros sectores, y ahora incluso sobre los bancos de Reino Unido, además de los de EE UU. Aseguran que los inversores optan por invertir en empresas que puedan pagar dividendos, lo que no ocurre ahora en la banca.
El objetivo de la organización que preside Christine Lagarde con la recomendación de eliminar el dividendo en 2020 era preservar capital para la posible ola de créditos impagos que podría alcanzar los 1,4 billones de euros debido al Covid.
Entidades y supervisores buscan una solución de compromiso que permita reanudar la retribución al accionista cuando los bancos dispongan de suficiente colchón de capital como absorber futuras pérdidas derivadas de la pandemia, según informó Bloomberg la semana pasada citando fuentes cercanas a las deliberaciones.
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