El secretario de Estado de Trabajo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, se reunirá en la mañana de este martes con representantes de las patronales CEOE y Cepyme y con los sindicatos CCOO y UGT para negociar sobre el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que deber regir el próximo año. La reunión viene precedida de debate, dentro del propio Gobierno y entre los agentes sociales, sobre si mantenerlo congelado en los 950 euros al mes o realizar un incremento. Y, en caso de que se suba, en qué cantidad.
Una parte del Gobierno es partidario de congelarlo este año, siguiendo las tesis defendidas tanto por la CEOE como por la Cepyme. Tanto Antonio Garamendi como Gerardo Cuerva han declarado que dada la situación de fragilidad empresarial «ahora no es el momento de una subida», lo que redundaría en un incremento de los costes y una merma de la competitividad.
Otra parte del Consejo de Ministros, incluida la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, responsable de la negociación se han mostrado partidarios de que el SMI tenga un incremento, aunque de momento no han dicho en qué porcentaje ni hasta que cantidad. Aunque fuentes sindicales consideran que se trataría más bien de un incremento testimonial que podría rondar entre el 0,9% y el 1,5% o 2%.
Solamente UGT ha hablado de cifras. El sindicato que lidera Pepe Álvarez defiende la necesidad dar un impulso el año próximo al compromiso del Gobierno de colocar el SMI en el 60% del salario medio, lo que supone unos 1.100 euros, a lo largo de esta legislatura. En concreto UGT habla de subir a 1.000 euros el año próximo, un incremento de 50 euros equivalente al 5% del actual SMI. CCOO no ha dado cifras, pero su secretario general, Unai Sordo, considera que no tendría sentido subir las pensiones un 0,9% y no el SMI y recuerda que en convenios se está pactando un aumento del 1,5%.
Hasta el momento se desconoce qué intención tiene el Ejecutivo para esta renta, aunque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió ayer la subida del salario mínimo como una de las acciones que los Estados pueden poner en marcha para combatir las desigualdades que se han visto acrecentadas por la pandemia, durante su intervención en la ceremonia por el 60 aniversario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), que está bajo presidencia de turno española.
Estas declaraciones del líder del Ejecutivo cobraron ayer importancia porque haberse realizado en la víspera de la citada reunión que se mantendrá hoy en Trabajo con los interlocutores sociales. Sánchez aseguró que la crisis económica generada por la pandemia “ha empeorado las desigualdades en todo el mundo y hay que recuperar la igualdad con ayudas del Estado y subidas del salario mínimo. Los trabajadores peor pagados y los jóvenes son los que se ven más afectados por las desigualdades”. Por eso, dijo, “es hora de que las normativas laborales mejoren y que se mejore también el diálogo social” porque “nadie se debe quedar atrás”.
En este contexto, el presidente comentó que su Gobierno está comprometido a revertir esas tendencias: “Hemos aumentado el salario mínimo, hemos creado una renta mínima de inserción para las familias más vulnerables (IMV) y hemos protegido los empleos durante la pandemia”, dijo durante su intervención. Si bien, no concretó si ya está decidida una nueva alza del salario mínimo para 2021.
En el seno del Gobierno existen dos posturas respecto a este asunto. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de Unidas Podemos, defiende a capa y espada un nuevo incremento del salario mínimo “porque no se entendería lo contrario”, dado que las pensiones y los salarios de los funcionarios aumentarán un 0,9% el próximo ejercicio, algo que ayer volvió a repetir. Mientras que, por otro lado, desde el departamento de Economía, que dirige Nadia Calviño, consideran que sí podría congelarse este salario, porque son los empresarios los que deberían abonarlo, y esto podría suponer un freno en la recuperación del empleo y la actividad.
Pero las discrepancias respecto a qué hacer con el salario mínimo no terminan ahí. En la reunión que los responsables de Trabajo celebrarán hoy con los representantes empresariales y sindicales, se reproducirá el mismo esquema. Los técnicos patronales rechazarán de plano cualquier tipo de incremento del salario mínimo en 2021 argumentando para ello las actuales circunstancias de grave crisis económica que hace peligrar incluso la viabilidad de miles de empresas.
Y los sindicatos, por su parte, ya llevan varios días advirtiendo al Ejecutivo de que no van a aceptar una congelación de esta renta. Y exigen una subida –que podría ser del 0,9% igual que la del salario de los funcionarios y las pensiones, según algunas fuentes– para cumplir con el compromiso incluido en el acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos de que su cuantía llegue al 60% del salario medio al final de la legislatura (unos 1.100 euros al mes).
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