La Comisión Europea ha presentado una ambiciosa reforma del mercado digital para aumentar el control sobre las grandes tecnológicas. El paquete legislativo se basa en el listado de compañías consideradas sistémicas, o gatekeepers en términos del Ejecutivo comunitario, que controlan el acceso a Internet o a plataformas los suficientemente grandes que alteren el mercado. Los gatekeepers deberán asumir mayor responsabilidad o enfrentarse a duras multas que pueden alcanzar hasta el 10% de sus ingresos anuales o verse obligadas a desprenderse de parte de sus negocios.
Las plataformas que lleguen a más del 10 % de la población de la UE (45 millones de usuarios) se considerarán de carácter sistémico y estarán sujetas no solo a obligaciones específicas de control de sus propios riesgos, sino también a una nueva estructura de supervisión.
La normativa presentada por Bruselas sobre mercados digitales solo será aplicable a las grandes empresas que se definan como gatekeepers y está hecha a medida a compañías como Facebook, Google o Amazon. Según la Comisión, «asumirán la responsabilidad adicional de comportarse de manera que garanticen un entorno en línea accesible que sea justo para las empresas y los consumidores y esté abierto a la innovación por parte de todos, mediante el cumplimiento de las obligaciones concretas establecidas en el proyecto legislativo».
Estas empresas ya no podrán impedir que los usuarios desinstalen aplicaciones o programas informáticos preinstalados; tampoco utilizar los datos obtenidos de sus usuarios empresariales para competir con ellos, ni restringir el acceso de sus usuarios a los servicios que puedan haber adquirido fuera de las plataformas de aquellos.
Además, se les exigirá que se esfuercen más por combatir los contenidos ilegales de sus plataformas, el uso indebido que infrinja los derechos fundamentales y la manipulación intencionada para influir en elecciones y cuestiones de salud pública, entre otras cosas. Para garantizar la eficacia de las nuevas normas, se prevé la posibilidad de sanciones en caso de incumplimiento de las prohibiciones y obligaciones. Si los gatekeepers no cumplen las normas, la Comisión podrá imponer multas de hasta el 10 % del volumen de negocios total anual mundial de la empresa y multas coercitivas periódicas de hasta el 5 % del volumen de negocios total anual mundial de la empresa.
En caso de infracciones sistemáticas, la Comisión podrá imponer medidas correctoras adicionales. Cuando resulte necesario para conseguir el cumplimiento y a falta de medidas alternativas igual de eficaces, tales medidas correctoras podrán ser soluciones estructurales como la de obligar a un guardián de acceso a vender una empresa o partes de la misma.
La regulación es parte de un paquete más amplio de políticas tecnológicas que se presentará el 15 de diciembre. Los planes de la UE llegan en un momento en que reguladores de todo el mundo presionan a las gigantes tecnológicas. Desde su perspectiva, esas empresas se han vuelto demasiado grandes, demasiado poderosas y demasiado rentables. Facebook ya se enfrenta a la amenaza de una ruptura comercial en Estados Unidos después de que fue demandado por funcionarios antimonopolio estadounidenses y una coalición de estados que quieren revertir sus adquisiciones de Instagram y WhatsApp.
Una vez que la Comisión proponga formalmente las nuevas reglas, aún podrían pasar meses, sino años, antes de que se conviertan en ley. Es necesaria la aprobación de otras instituciones legislativas del bloque, incluido el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo.
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