La liquidación del nuevo impuesto sobre las transacciones financieras, conocido como ‘tasa Tobin’, comenzará el próximo 22 de febrero de 2021 y se llevará a cabo de manera mensual en torno al día 20 de cada mes, según el calendario del contribuyente del 2021 publicado por la Agencia Tributaria.
De esta forma, el día 22 de febrero se liquidará el impuesto correspondiente a enero y así sucesivamente todos lo meses del año hasta finalizar el ejercicio, dado que su liquidación será mensual. A su vez, la liquidación del nuevo impuesto sobre determinados servicios digitales, conocido como ‘tasa Google’, comenzará el próximo 30 de abril sobre el periodo correspondiente al primer trimestre del año, ya que el pago de este tributo será trimestral. El segundo trimestre se liquidará el 2 de agosto y el tercer trimestre, el 2 de noviembre, con lo que para el cuarto trimestre habrá que esperar ya a los primeros meses de 2022.
Ambos impuestos, que entrarán en vigor el 1 de enero de 2021, aportarán a las arcas públicas, de acuerdo con las estimaciones del Gobierno, unos 1.800 millones de euros. En concreto, con la ‘tasa Tobin’ el Gobierno prevé recaudar 850 millones de euros anuales, al gravar con un 0,2% las operaciones de adquisición de acciones emitidas en España de empresas cotizadas cuya capitalización bursátil sea superior a 1.000 millones de euros. No se gravará la compra de acciones de pymes y empresas no cotizadas.
Por su parte, la ‘Tasa Google’ gravará aquellas empresas con ingresos anuales totales de al menos 750 millones de euros y con ingresos en España superiores a los tres millones de euros, dirigiéndose a servicios de publicidad en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario durante su actividad o la venta de metadatos.
Aunque Hacienda tenía prevista una recaudación inicial de unos 1.200 millones de euros (antes de la pandemia), posteriormente la rebajó a 968 millones. Respecto de la ‘tasa Google’, el Gobierno asegura que la norma tendrá «carácter transitorio» hasta que se apruebe una normativa mundial o europea en el marco de la OCDE o el G20, algo que de momento no se ha logrado. Además, la tramitación de este nuevo impuesto se ha producido en medio de las amenazas de Estados Unidos a España, Francia, Reino Unido e Italia sobre represalias con nuevos aranceles sobre estos impuestos digitales, llegando a fijar aranceles sobre Francia, que suspendió la aplicación del tributo en aras a la negociación de una figura internacional, pero que ya ha anunciado que va a reimplantar ante la falta de acuerdo.
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