El acuerdo firmado entre Bruselas y Londres, que regula la relación entre la Unión Europa y Reino Unido a partir del 1 de enero, ha supuesto un balón de oxígeno a las empresas exportadoras españolas, que evitarán aranceles millonarios a sus productos. Y es que, Reino Unido es el quinto país de destino de la exportación española de mercancías (el 7% de las exportaciones acaban en tierras británicas) con casi 20.000 millones de euros en 2019, solo por detrás de Alemania, Francia, Italia y Portugal. El volumen de la relación exportadora de la UE a Reino Unido se estima en 700.000 millones.
De hecho, el Club de Exportadores e Inversores Españoles celebró ayer la entente que permite la libre circulación de bienes entre ambos territorios y permitirá que los productos españoles se puedan seguir vendiendo en el mercado británico “sin restricciones cuantitativas y sin pagar aranceles”, si bien se reintroducirán controles aduaneros en frontera. “Es una buena noticia para los intereses españoles y supone, en buena medida, un alivio dentro de un entorno muy adverso para el sector exterior español como es el que se ha derivado de la pandemia”, aseguró a través de un comunicado el presidente del Club de Exportadores, Antonio Bonet.
Uno de los sectores que más se beneficiará será el agrícola, ya que Reino Unido es un mercado clave para la alimentación española con un volumen anual de unos 4.000 millones de euros. En ese sentido, para las cooperativas agroalimentarias Reino Unido supone el 11% del comercio, el 12% para el comercio frutas y hortalizas, además de ser fundamental para el aceite de oliva. Así, las exportaciones de productos agrícolas se beneficiarán de la exención de tasas, que podrían haber llegado al 40% en algunos productos, según la UE, aunque tendrán que someterse a controles en las fronteras.
La patronal de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) calcula que el acuerdo entre la Comisión Europea y Reino Unido evita que la exportación española de frutas y hortalizas frescas sea gravada con 198 millones de euros en derechos arancelarios. Según la asociación, existe una fuerte dependencia económica del sector exportador de frutas y hortalizas del mercado de Reino Unido, tercer destino tras Alemania y Francia, con unas ventas previstas para este año de 1.950 millones de euros, un 8% más que en 2019.
En la misma línea las empresas automovilísticas respiran ante un acuerdo que ayuda a quitar presión sobre un sector que arrastraba una tendencia a la baja y que ha hundido las ventas por el impacto de la pandemia del Covid-19. Según explica Anfac, Reino Unido supone el tercer principal destino de exportación de vehículos producidos en plantas españolas con 327.186 vehículos, que suponen el 14,2% de las exportaciones totales.
De esta forma, la patronal destaca que el acuerdo evita un esfuerzo adicional para el sector de 370 millones de euros por el aumento de los aranceles. “Actualmente, los vehículos de nuestras fábricas con destino a Reino Unido tienen un valor de 3.600 millones de euros. Las cifras muestran el peso que el mercado británico supone para el vehículo made in Spain, como uno de los principales compradores”, señala José López-Tafall, director general de Anfac.
Por el lado contrario, el sector pesquero se ha mostrado preocupado por la repercusión que tendrá el acuerdo a medio y largo plazo. Y es que, aunque en el corto plazo los recortes que van a afectar a la actividad pesquera en aguas británicas son menores de los manejados durante las negociaciones, tras el periodo transitorio de cinco años y medio habrá que negociar las cuotas y el acceso a las aguas anualmente.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, explicó ayer que los buques españoles podrán continuar con su actividad en aguas británicas en condiciones similares a las actuales, al finalizar el periodo de ajuste de cinco años y medio, el 30 de junio de 2026. Planas precisó que el acuerdo no afecta a especies importantes para la actividad de los buques españoles como la caballa, el jurel y la bacaladilla, ni tampoco a especies de aguas profundas, como el besugo, los alfonsinos, el sable negro y los granaderos. En el caso de una especie de gran interés para la flota nacional como es la merluza norte, el descenso de cuota es progresivo y limitado, de hasta un 1% en 2026.
La Alianza Europea de Pesca (EUFA, en inglés) calcula que el 42% de las capturas europeas procedían de aguas británicas. Como compensación, el sector se beneficiará de la propuesta de la Comisión Europea dotada con 5.000 millones de euros para sectores afectados por Brexit.
La patronal empresarial CEOE, por su parte, celebra que las relaciones comerciales hayan quedado exentas de la imposición de aranceles para las mercancías, pero no se muestra del todo satisfecha debido a la mayor carga administrativa en las aduanas a las que se verán sometidas las compañías y a varios flecos aún pendientes de resolver.
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