La pandemia del coronavirus ha asestado un fuerte varapalo a la capacidad recaudatoria de la Agencia Tributaria durante 2020. Pese a ello, la debacle de los ingresos públicos se ha visto parcialmente contenida por el calendario de liquidación de distintos impuestos. Es el caso del IRPF, en el que la Campaña de la Renta de la pasada primavera arrojó un incremento de las declaraciones con resultado a pagar al fisco tres veces superior al del avance de las devoluciones, al corresponder al ejercicio 2019, previo a la crisis del Covid.
Así se deriva de los datos ofrecidos ayer por la Agencia Tributaria, que dio prácticamente por culminada la Campaña de la Renta celebrada durante el pasado ejercicio sobre los datos fiscales del año anterior. La campaña concluye con la devolución de 10.400 millones de euros a unos 14 millones de contribuyentes en un ejercicio marcado por el auge de las declaraciones telemáticas en el marco de la pandemia del coronavirus.
Para empezar, el número de declaraciones presentadas experimentó un incremento del 2% hasta alcanzar un nuevo récord histórico, superando los 21,12 millones. De ellas, el 68,5% incluían una solicitud de devolución (14,47 millones) mientras que el 31,5% restante (5,64 millones) tenían como resultado un abono al fisco.
Pese a todo, la campaña se salda con un incremento superior en los declarantes sujetos a pagar, así como en los importes a ingresar por el fisco, que entre los que tuvieron resultado a su favor y cobraron de la Agencia Tributaria. Para entender este fenómeno hay que tener en cuenta que la campaña salda un ejercicio fiscal, 2019, en el que la economía se desaceleraba, pero aún crecía al 2%, al no verse afectada todavía por la pandemia del Covid-19. Su liquidación, sin embargo, se produce en un año en el que la economía sufrió un descalabro del entorno del 11,2%, según las previsiones oficiales del Gobierno.
De esta forma, el número de declaraciones a ingresar creció un 5,44% frente al año anterior, hasta los 5,64 millones, y los importes a percibir por el fisco se elevaron un 6,08%, hasta los 12.725 millones de euros. Por su parte, las declaraciones a devolver caen un 0,12%, hasta los 14,47 millones, mientras que el monto devuelto fue de 11.190 millones de euros, un avance del 3,17% frente al resultado de la campaña anterior, correspondiente al ejercicio 2018.
A partir de ahí, el fisco ha devuelto ya el 93% de los importes reclamados (10.428 millones) al 97% de los interesados (14,06 millones de contribuyentes). Esta evolución, con un mayor incremento de los saldos a ingresar en la caja pública que en los que han tenido que ser devueltos a los contribuyentes, explican en parte por qué el Ministerio de Hacienda aspira a cerrar un año de caída de PIB a doble dígito con una rebaja de la recaudación de solo el 7,6%.
Así, a cierre del mes de noviembre, las arcas públicas habían sufrido un retroceso de la recaudación tributaria del 9%, desde los 197.853 millones de los 11 primeros meses de 2019 a los 179.996 millones de la misma fecha de 2020. Sin embargo, en el caso del IRPF la comparativa arrojaba un alza interanual del 1%, hasta los 82.358 millones. Incluso una comparativa en términos homogéneos a efectos de calendario limita la caída de los ingresos por IRPF durante 2020 al 0,3%, al cierre de noviembre. Un impacto limitado habida cuenta la dureza de la crisis económica desatada por la pandemia y el hecho de que, reconoce la Agencia Tributaria, con la activación de los ERTE como red de seguridad del empleo “se pasó de tener salarios sujetos a retención a tener prestaciones con poca o nula retención”.
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