El Senado de EE UU ha aprobado, en una ajustada votación por 51 votos a 50 en la que fue preciso el voto de calidad de la vicepresidenta Kamala Harris para romper el empate, un borrador de presupuestos que permitirá a la Casa Blanca activar el plan de ayudas por 1,9 billones de dólares (1,6 billones de euros). La resolución, una vez sea aprobada en la Cámara de Representantes en una votación que se prevé para hoy y que los demócratas tienen asegurada, permitirá a la Casa Blanca redactar el plan de estímulos sin necesidad de pactar con el partido rival.
Algunos legisladores han mostrado su preferencia por un plan bipartidista, pero la luz verde parlamentaria libera las manos a Biden y su equipo. El presidente de la comisión presupuestaria, Bernie Sanders, dijo que la aprobación significa que la ayuda está en camino para los que sufren un «colapso económico». «Esta noche podemos decirles que entendemos el dolor que están experimentando y vamos a hacer algo al respecto de ello», dijo Sanders.
Los comités de la Cámara de Representantes y del Senado tendrían hasta el 16 de febrero para redactar la legislación de estímulo, según las instrucciones del presupuesto. La medida viene después de una maratón enmiendas, la mayoría no vinculantes y sin apenas relación con la pandemia. Hubo 41 votaciones durante el proceso.
Los demócratas se mantuvieron en su mayoría unidos para rechazar las propuestas de los republicanos, pero en varios asuntos los demócratas más centristas pudieron hacer valer su influencia en el Senado, repartido al 50%, y enviar un mensaje a Biden y al ala izquierda del partido. El líder de la mayoría demócrata, Charles Schumer, dijo que «este fue un primer paso gigantesco». Schumer, señalando que la votación se produjo exactamente un mes después de que dos nuevos demócratas fueran elegidos en Georgia, votación que ha dado al partido el control de la Cámara.
Los demócratas tuvieron deserciones en enmiendas relacionadas con la energía, pero ninguno apoyó una propuesta destinada a prohibir un impuesto federal sobre el carbono, como proponía el republicano John Hoeven, de Dakota del Norte. Por el contrario, siete demócratas votaron en contra de la prohibición del fracking y dos se opusieron a la decisión de Biden de Biden de cancelar el oleoducto Keystone XL.
El Senado, además, aceptó enmiendas contra un aumento a corto plazo aumento del salario mínimo durante la pandemia y contra los cheques de estímulo para personas de «ingresos altos». No son decisiones vinculantes, pero sí pueden alterar los detalles del plan de ayudas. Ningún republicano ha respaldado aún los 1,9 billones de dólares que busca Biden, con muchos legisladores apelando a las políticas de austeridad, tal como hicieran en 20098 con Obama.
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