España tuvo que incrementar su deuda en 112.438 millones de euros durante el ejercicio 2020 para hacer frente a la pandemia del Covid-19 y poder hacer frente a la factura sanitaria, económica y social que deja la crisis abierta por el coronavirus. Como resultado, la ratio de endeudamiento del país se disparó del 95,5% al 117,1% a cierre del año. Así lo han estimado este miércoles fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a partir de los datos publicados por el Banco de España, que cifran el nivel de endeudamiento con el que el país despide el ejercicio en 1.311.298 millones de euros.
El departamento que dirige la vicepresidenta Nadia Calviño achaca semejante alza “en buena medida como consecuencia de las ayudas directas y medidas puestas en marcha para responder a los efectos sanitarios, económicos y sociales de la Covid-19”. Pese al fenomenal incremento, de alrededor del 10% en volumen, y al salto en vertical de la ratio de deuda pública sufrido, bajo la contabilidad correspondiente al Procedimiento de Déficit Excesivo (PDE) de las Administraciones Públicas de diciembre de 2020, la cifra es algo menor de lo esperado.
Así, utilizando el PIB nominal del año 2020 avanzado por el INE en diciembre, la ratio de deuda sobre PIB se sitúa 1,7 puntos por debajo de la previsión de cierre del año recogida por el Ejecutivo en los Presupuestos Generales del Estado, del 118,8%, e incluso es inferior a la prevista para 2021, cuando se prometía un primer descenso, hasta el 117,4%.
La cifra final mejora con fuerza los peores augurios de los grandes analistas internacionales, que vaticinaban una marca superior al 120%. De haberse tomado como referencia el volumen de PIB para 2020 proyectado por el Ejecutivo en las previsiones remitidas a Bruselas el pasado otoño, la escalada de la deuda pública habría sido algo superior, hasta el 118,6%, en línea con lo esperado por el Gobierno.
Desde el Ministerio de Asuntos Económicos defienden que «esta disminución ha sido posible gracias al buen comportamiento de la economía española en el segundo semestre del año, con un crecimiento superior al estimado”, lo que incluye una disminución del volumen total de deuda de1.292 millones del último mes de 2020.
Hay que tener en cuenta que la crisis ha provocado un doble efecto pernicioso para las cuentas públicas, al restar ingresos tributarios y disparar el gasto público, lo que ha disparado el déficit público del 2,8% de cierre de 2019 al entorno del 11,3% en 2020, según las estimaciones del Ejecutivo. Como resultado, en el caso de la administración pública, el incremento de deuda durante el pasado ejercicio fue de 110.980 millones de euros, alcanzando los 1.166.098 millones de euros de saldo total.
“El mayor incremento de deuda se ha producido en la Administración Central, como consecuencia de las mayores necesidades de financiación para la puesta en marcha de ayudas directas a trabajadores, familias y empresas afectadas por la Covid-19 y ha permitido financiar medidas como los ERTEs, la prestación especial para autónomos y las incapacidades laborales por la pandemia”, aducen desde el Ministerio.
A su vez, el departamento de Calviño hace hincapié en el gasto extraordinario realizado por la administración central para asistir a las comunidades autónomas, a las que se inyectaron 16.000 millones de euros a través del Fondo Covid-19 para ayudarlas a financiar gastos en sanidad, educación y ayudas específicas a colectivos afectados por la crisis.
Aun así, la deuda autonómica se vio elevada en 8.372 millones durante 2020 hasta los 303.452 millones de euros, mientras que la de la Seguridad Social, que también ha recibido transferencias extraordinarias por parte del Estado, repuntó un 55% hasta los 85.355 millones, 30.331 más que a cierre de 2019.
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