El sandbox financiero impulsado por el Gobierno, un espacio de pruebas en el que se podrán desarrollar nuevas tecnologías financieras, ha recibido 67 proyectos en su primera convocatoria, ha anunciado hoy el Ejecutivo. Llamadas a transformar el sector, aplicando desde computación en la nube, big data o blockchain en las finanzas, las iniciativas contarán con un marco de pruebas para «mejorar los servicios a los clientes o la actividad de los supervisores», afirma en una nota el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación digital.
Entre los objetivos que se persiguen, hay proyectos que buscan la automatización de procesos manuales, la mejora de la regulación con una valoración de riesgos financieros más precisa, nuevos servicios financiero y transacciones más eficientes. Para conseguirlo, incorporan la biometría e identidad digital, los registros distribuidos (blockchain), la computación en la nube, la inteligencia artificial, el Internet de las cosas o el big data, se apunta.
Con el sandbox se puede analizar su encaje en la regulación actual, sus efectos en la estabilidad financiera y en la protección del consumidor antes de que entren en el mercado. Así, se podrán adaptar las iniciativas y cambiar la regulación si es necesario. «De esta forma, se responde a la necesidad de impulsar la innovación como elemento esencial para un desarrollo económico sostenible y equitativo», se argumenta.
Desde el Gobierno se valora positivamente el primer paso. «El elevado número de solicitudes recibidas, al nivel de otras iniciativas líderes en Europa, pone de manifiesto el interés de las empresas en acceder a este espacio controlado de pruebas, así como el impulso innovador del sector financiero español», exponen desde el ministerio. Algunos llegan desde Israel o Canadá.
Ahora, los proyectos deben recibir una evaluación favorable de los supervisores. En ese sentido, este viernes la comisión de coordinación del sandbox se reunirá para valorar si amplía de uno a dos meses el plazo de evaluación de las propuestas. Luego, los proyectos tendrán tres meses para cerrar un protocolo con los supervisores y arrancar sus pruebas. Se prevé una segunda convocatoria y selección para junio, con la idea de hacer dos procesos de selección anuales.
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