El Congreso de Estados Unidos aprobó este miércoles finalmente el tercer rescate fiscal para contener la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, de 1,9 billones de dólares, y que supone la primera victoria legislativa del nuevo presidente Joe Biden. «Durante semanas, un porcentaje abrumador de estadounidenses -demócratas, independientes y republicanos- han dejado claro que apoyan el Plan de Rescate Estadounidense (como se conoce la propuesta). Hoy, con su aprobación definitiva en la Cámara Baja, sus voces se han escuchado», afirmó Biden en un comunicado.
El mandatario describió el paquete como «una legislación histórica, que hace frente a una crisis mayúscula y ayuda a millones de estadounidenses». La propuesta, que ya había sido aprobada por el Senado y salió adelante con el rechazo frontal de la oposición republicana, pasa ahora a la Casa Blanca, donde se espera que Biden la ratifique el viernes. El resultado final de la votación en la Cámara Baja fue de 220 votos a favor, todos demócratas, y 211 en contra, todos republicanos más un legislador progresista. La presidenta de la cámara, la demócrata Nancy Pelosi, calificó el rescate fiscal como «una de las leyes más decisivas y transformadora» con «tremendas consecuencias» para los estadounidenses.
Pese a las promesas de unidad ante el desafío común de la pandemia, lo cierto es que el nuevo rescate ha salido adelante sin un solo respaldo republicano. «La pandemia del Covid es una crisis que solo se ve en un siglo. Requiere de una respuesta integral, compasiva y continuada que solo se ve en un siglo. De esto va el Plan de Rescate Estadounidense», remarcó el legislador demócrata Hakeem Jeffries durante el debate. «Tanto dolor, sufrimiento y muerte y nuestros colegas no quieren hacer nada. ¿Qué problema tienen?», agregó Jeffries.
Por su parte, los republicanos reiteraron su oposición al plan, al asegurar que es excesivo y toca aspectos que no están relacionados con la pandemia. Así se expresó el congresista conservador Kevin McCarthy, quien acusó a los demócratas de no querer alcanzar un acuerdo bipartidista y consideró la propuesta como una «oportunidad perdida». «Sabemos bien que incluye provisiones que no están bien diseñadas, que no son temporales, que no están relacionadas con la covid, y no tenía que ser así», lamentó Liz Cheney, una de las líderes republicanas en la cámara.
El proyecto de ley incluye nuevos pagos directos de 1.400 dólares a los contribuyentes que tengan ingresos de hasta 75.000 dólares anuales por persona, una cantidad superior a los cheques de 600 y 1.200 dólares que se entregaron en los anteriores paquetes de estímulo. Amplía, asimismo, hasta comienzos de septiembre las ayudas al desempleo, de 300 dólares semanales, ya que los actuales fondos expiran el 14 de marzo, fecha límite que se habían marcado tanto la Casa Blanca como los demócratas en ambas cámaras para tener el proyecto finalizado.
Además, el paquete asigna 350.000 millones de dólares para Gobiernos locales y estatales, 170.000 millones para la reapertura de las escuelas, 14.000 millones de dólares para fortalecer el plan de vacunación y otros 46.000 millones de dólares para el sistema de pruebas para la detección del coronavirus. El rescate impulsado por Biden se unirá al de 900.000 millones de dólares que el Congreso impulsó en diciembre y al de 2,2 billones de dólares, el mayor de la historia del país, en marzo de 2020, bajo la Presidencia del republicano Donald Trump.
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