Las empresas españolas tienen de plazo hasta el 31 de diciembre para acudir al Fondo de Solvencia de 10.000 millones gestionado por la Sociedad de Participaciones Industriales (SEPI), que apenas ha otorgado 648 millones de euros en ayudas desde su creación el pasado verano, y tiene peticiones pendientes por al menos 1.975 millones, la mayoría del sector turístico. El Gobierno ha prorrogado el plazo para conceder los rescates públicos después de que la Unión Europea aprobara en febrero ampliar por segunda vez el marco temporal de las ayudas estatales ante el recrudecimiento de la pandemia.
Así, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se encuentra entre los gobiernos que impulsaron y apoyaron la segunda prórroga, que fue publicada en el Boletín Oficial del Estado en febrero. «España siempre ha sido favorable a que las ayudas se puedan alargar y en este caso ha apoyado sin duda la prórroga», explican fuentes de Hacienda, ministerio del que depende la Sepi. La primera ampliación se aprobó en octubre hasta el 31 de septiembre de 2021 y originalmente estaba previsto que el Estado pudiera conceder préstamos hasta el 30 de junio.
En los casi ocho meses que el Fondo de Solvencia lleva en marcha, el Consejo de Ministros apenas ha aprobado tres rescates (Air Europa, Duro Felguera y Plus Ultra) y uno de ellos, el de Plus Ultra, vinculada a empresarios chavistas, ha desatado una gran polémica ya que la industria aérea cuestiona «el carácter estratégico» de una aerolínea que lleva años en pérdidas, que en 2019 transportó 156.000 pasajeros y que opera con cuatro aviones A340, cuatrimotores que consumen y contaminan más que los bimotores. Así, ya hay voces que señalan que el criterio para otorgar las ayudas es más político que financiero.
Desde un primer momento, fuentes empresariales explicaron que «la gran avalancha de solicitud de rescates gubernamentales vendría durante los primeros meses de 2021», por lo que sería necesario ampliar los plazos. Aunque de momento sólo han trascendido una veintena de casos, lo cierto es que la pandemia se está alargando más de lo previsto, ahogando a las compañías, que no pueden conseguir más financiación bancaria, por lo que se prevé que el goteo de peticiones se acelere y se extienda en el tiempo.
De momento, sólo se ha solicitado formalmente el 26% de la dotación del Fondo, pero no se descarta que se llegue a agotar antes de fin de año. No en vano, firmas como Mediapro, Abengoa o Selenta estudian acudir. La productora catalana, que emplea a 5.000 personas en España, busca reorganizarse financieramente para garantizar su solvencia, por lo que ha abierto negociaciones con la banca y mira a la Sepi. No han trascendido los fondos que solicitaría de ser considerada estratégica.
En este punto, cabe señalar que las duras condiciones para acceder al Fondo de Solvencia (altos intereses y presencia del Ejecutivo en los órganos de administración) han generado reticencia en el sector empresarial, sobre todo el vinculado al turismo, que ha evitado solicitar ayudas hasta que la tercera ola y las nuevas cepas han anulado la Semana Santa y adelantan un verano flojo. Por ejemplo, cadenas como Soho Hotels, Room Mate, Hotel Atelier o Grupo Abades, han solicitado formalmente un rescate en las últimas semanas (ver gráfico). En este sentido, Hotusa pidió una ayuda de 198 millones que, según informan algunos medios, ha elevado a los 300 millones por el recrudecimiento de la crisis económica y sanitaria. Las agencias de Globalia y Barceló (Avoris y Halcón) hicieron lo mismo ya que incrementaron de los 240 millones a los 320 millones la ayuda solicitada, que está a punto de cerrarse.
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