Joe Biden, este jueves le ha tocado a la fuente de ingresos prevista. Biden tiene planeado duplicar el impuesto sobre las ganancias de capital para las personas más ricas y llevarlo hasta al 39,6%, lo que, junto con una tasa extra existente sobre los ingresos por inversiones, podría llevar los impuestos sobre los beneficios del capital hasta el 43,4%, según fuentes de la Casa Blanca recogidas por la agencia Bloomberg.
La subida afectaría a las personas que declaren un millón de dólares o más en este concepto, una fuerte subida frente al tipo base actual del 20%. El proyecto mantendría un recargo del 3,8% sobre los ingresos por inversiones para financiar el sistema sanitario, lo que elevaría la tasa impositiva sobre los rendimientos de los activos financieros por encima del máximo del IRPF, dijeron las fuentes.
La propuesta supondría un giro copernicano a una de las bases del sistema fiscal estadounidense, que grava más las rentas del trabajo que las inversiones desde hace mucho tiempo. En su campaña, Biden prometió igualar los impuestos sobre ambos conceptos para los más ricos, alegando que es injusto que muchos de ellos paguen menos por sus ingresos que los trabajadores de clase media.
Se espera que Biden publique la propuesta la próxima semana como parte de los aumentos de impuestos para financiar el gasto social del «Plan de Familias Estadounidenses», un proyecto de más de un billón de dólares de gasto social que presentará en pocos días. Por lo que se conoce hasta el momento, sus principales inversiones serán en ayudas para la maternidad, reducción de la pobreza infantil, ayudas para comprar alimentos para las personas con dificultad para llegar a final de mes y subvenciones a las instituciones educativas centradas en la formación profesional, para que ofrezcan gratis las matrículas.
El aumento de este impuesto recaudaría unos 370.000 millones en una década, según una estimación del Centro de Política Fiscal de Urban-Brookings basada en el programa electoral de Biden. Pero las malas noticias para los contribuyentes más ricos no acaban ahí. Más allá del impuesto federal, hay que sumar las cuotas estatales de estos impuestos. Esto supone que, en los estados con los impuestos locales más altos, el tipo sobre las ganancias de capital podría estar por encima del 50%. Para los neoyorquinos, la suma de este nuevo tipo y el que recauda Albany, la capital del estado, daría un 52,22%. Para los californianos, su tributación podría llegar al 56,7%.
Powered by WPeMatico