La inspección municipal de tributos del Ayuntamiento de Valencia ha recuperado 8,2 millones de euros de fraude fiscal en el año 2020, según ha anunciado el propio consistorio. La mayor parte corresponde a la gestión de plusvalías (3,5 millones de euros) y al Impuesto sobre Actividades Económicas (3,2 millones de euros), que se ha incorporado recientemente a las actuaciones de control. El concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, ha dado a conocer estas cifras y ha destacado que «por cada euro que el Ayuntamiento invierte en inspección, obtiene ocho para el presupuesto municipal». El edil ha anunciado que, «a través de la gestión del convenio catastral que estamos impulsando», está previsto que el plan de inspección del próximo año incluya el Impuesto de Bienes inmuebles (IBI), la principal fuente de recursos del Ayuntamiento.
El regidor de Hacienda, Borja Sanjuán, ha dado cuenta del plan de inspección correspondiente a 2020, «un año particular» porque se tuvieron que paralizar y reorientar las actividades a causa de la pandemia. La inspección también recaudó 800.000 euros del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO); 500.776 euros de sanciones tributarias, y «una cifra casi residual a causa de la covid-19», a la tasa de ocupación del dominio público. Sanjuán ha recordado que el Ayuntamiento ha incorporado el ICIO y el IAE a la inspección en los últimos años y «hasta el año 2016 la recaudación por inspección del IAE era de cero euros».
En cuanto a la recaudación relativa al IAE, las actuaciones de control se han centrado en servicios recreativos, como salones de juego; el sector del transporte y las comunicaciones; el sector de la energía y el agua; el sector del comercio, especialmente grandes superficies y supermercados, y el sector de la fabricación, fundamentalmente polígonos industriales. El porcentaje de fraude detectado en estas inspecciones es del 58%, «una cifra muy elevada que pone de manifiesto la buena elección de los sectores por parte del personal técnico», según ha apuntado Sanjuán. El concejal ha indicado que desde que se incorporó el IAE a la inspección, los sectores que más recaudación han proporcionado son el hospedaje, la actividad del puerto de València, que comporta el 13 %, y los servicios recreativos y culturales, como los salones de juego.
En cuanto a los 800.000 euros del ICIO, se ha experimentado una bajada respecto de los ingresos de 2019, porque «cada vez mejoran más las liquidaciones voluntarias de los obligados tributarios» y porque «la amenaza de la inspección produce los efectos deseados, que no es recaudar más, sino que cada año haya menos fraude fiscal». Teniendo en cuenta la evolución de los trabajos municipales de inspección, a partir de 2016 «hay un crecimiento exponencial de las cantidades recaudadas con un leve descenso en 2020 por el coronavirus». «El objetivo es reducir esta cantidad y erradicar el fraude fiscal», ha insistido el edil.
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