Las proyecciones fiscales remitidas este viernes por el Gobierno a la Comisión Europea en el Plan de Estabilidad se basan, en buena medida, en la previsión de que la recuperación económica –un avance del PIB del 6,4% este año– mejorará con fuerza los ingresos públicos mientras que el gasto contendrá su avance a medida que la campaña de vacunación ponga coto a la emergencia sanitaria, económica y social. El documento, de hecho, prevé un tímido incremento de la factura mientras que apunta a la recuperación del nivel de recaudación prepandemia este mismo año y a un récord histórico en el conjunto de ingresos públicos.
Del lado tributario, el Ministerio de Hacienda, que dirige María Jesús Montero, dibuja un alza de la recaudación del 7,6%, hasta los 275.243 millones de euros en 2021. La cifra se sitúa a un paso de los 277.483 millones de 2019, antes de que el estallido de la pandemia diera paso a una pérdida tributaria del 8,8% hasta los 255.809 millones en 2020.
La previsión pasa por un incremento generalizado de la recaudación obtenida con todas las figuras tributarias. En concreto, se espera que, gracias al repunte de la demanda interna, el IRPF arroje 104.709 millones, un 5,9% más, tras resistir 2020 con un alza del 1,2% gracias a las subidas de pensiones, salarios públicos y a los ERTE.
En el caso de Sociedades, que el año pasado se desplomó un 33,2%, se confía en un avance del 13,9% hasta los 25.177 millones en 2021. El IVA, a su vez, dejaría 76.079 millones, un 7,8% más, tras ceder un 11,5% en 2020. Finalmente, los impuestos especiales aportarían 21.491, un 4,6% más, tras caer un 12,1% el pasado ejercicio.
Como resultado, y contando ya con el resto de recursos públicos, como las cotizaciones sociales (que repuntarían un 1,8% mientras el empleo avanza un 4%), Hacienda prevé que el conjunto de los ingresos públicos avance un 5,7% en 2021, hasta los 489.643 euros. “Esto significa que no solo se recuperan, sin que se rebasan las cifras de 2019”, cuando se obtuvieron 487.804 millones, detallan en el Ministerio.
En consecuencia, según los cálculos oficiales, este aumento de recursos frente al del tamaño de la economía, dejará los ingresos públicos en el 40,5% del PIB, frente al 41,3% al que saltó en 2021 y el 39,19% de 2019. El Programa apunta a que la cifra se rebajará al 39,3% para 2024, sin tener en cuenta aún la reforma fiscal en ciernes, aunque sí el efecto de las recientes tasas Google y Tobin o el de la ley antifraude, que se asume reducirá su impacto por la demora que está sufriendo en su tramitación.
Del lado del gasto público, que el año pasado se disparó un 12% desde los 523.441 a los 586.389 millones, la expectativa está puesta en un incremento contenido en 2021, del 0,9%. La factura acabaría el año en los 591.789 millones de euros, equivalente al 48,9% del PIB, frente al 52,28% de 2020 y el 42,05% de 2019. Para 2024 se espera reducir la cifra al 42,5%, aún por encima del nivel precrisis.
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