La desaceleración de las exportaciones, alimentada desde hace 13 meses por la crisis del coronavirus y su impacto en el parón del comercio mundial, se ha frenado en seco. Las ventas de bienes cerraron el pasado ejercicio con un retroceso del 10%, regresando a niveles de 2016. La tendencia no cambió en los dos primeros meses de 2020, registrando caídas del 11,4% y del 1,9% en enero y febrero, respectivamente.
El rebote experimentado en marzo es histórico. En ese mes, las exportaciones se incrementaron un 29,9% anual, hasta situarse en 28.268 millones de euros, lo que supone el nivel más elevado de la serie histórica que analiza la Secretaría de Estado de Comercio. Las importaciones también se dispararon un 20,5%, reduciendo el déficit comercial un 80% y situándolo en el nivel más bajo en ese mes.
Ese incremento sin precedentes de las compras y ventas podría deberse al hecho de compararlo con el mes de marzo de 2020, el primero de la pandemia y en el que el intercambio de bienes se hundió. Si el análisis se extiende a toda la serie histórica, que arranca en 1995, el resultado muestra que se trata del volumen de exportaciones más importante registrado en marzo en los últimos 26 años. Ni los 15 años seguidos de crecimiento económico (1993 a 2008) ni el momento más álgido de la burbuja inmobiliaria (en 2008 las exportaciones de bienes prácticamente suponían la mitad) lograron un efecto similar.
Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores e Inversores de España, recalca que la tendencia confirmada en marzo indica un crecimiento sólido de las exportaciones españolas. “El efecto rebote se ha dejado notar, y la cuestión es si, a medio plazo, lograremos mantener el mismo ritmo de recuperación o si será una recuperación puntual en forma de V o U invertida”, explica. En su opinión es clave impulsar la vacunación “para acelerar la reapertura, que permita a nuestras empresas tomar la delantera en el mercado internacional, aprovechando posiciones que han dejado vacantes otras empresas competidoras que están aún con dificultades para operar debido a las restricciones en sus países”.
Todos los grandes sectores experimentaron alzas superiores al 10%, con incrementos del 43,8% en el caso del automóvil o del 31,5% de los bienes de equipo, lo que permite consolidar a ambos como el segundo y el primer sector más exportador. El coronavirus provocó un cambio sin precedentes. Las ventas a terceros países cayeron en todos los sectores, con la excepción de alimentaciones y bebidas, cuyas exportaciones crecieron un 5,5% gracias a ser considerado esencial durante la pandemia, lo que llevó a convertirse en el primer sector exportador. En marzo, la situación ha cambiado y ambos sectores recuperaron su liderazgo.
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