Con el precio de la electricidad en el mercado mayorista disparado y la polémica sobre las nuevas tarifas copando todos los debates, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) abre el debate sobre la necesidad de reformular el tercer componente del recibo: los impuestos. «Además de los costes regulados y del coste de la energía hay una tercera parte, la parte impositiva, que se deberá abordar con prioridad y ambición», ha asegurado su presidenta, Cani Fernández, este miércoles durante su intervención en el II Foro Económico Internacional organizado por Expansión.
Por un lado, España aplica un IVA a la electricidad del 21%, el más alto de las cinco grandes economías de la Unión Europea, por delante del Reino Unido (5%), Italia (10 %), Alemania (19%) y Francia (5,5% al término fijo y 20% sobre el variable), y al mismo nivel de países como Bélgica y Holanda, con un PIB per cápita mucho mayor. Además, la luz se grava con un impuesto específico del 5,11% que, además de aplicarse sobre el término de potencia contratada y energía consumida, forma parte de la base imponible del IVA, es decir, tiene una doble imposición. Este impuesto especial solo lo sufren nueve productos en España, además de la electricidad, entre los que se hallan las bebidas alcohólicas, los carburantes y los vehículos.
Sobre ambos impuestos se ha pronunciado la Comisión Europea hace unos días tras una pregunta del eurodiputado Toni Comín (Junts) en la que planteaba si estaba Bruselas «en contra de una reducción del impuesto sobre el consumo de electricidad de los hogares». Así, la comisaria de Energía, Kadri Simson, reconocía que el impuesto especial español sobre el consumo de electricidad de los hogares «está muy por encima del mínimo de la UE establecido por la Directiva sobre fiscalidad de la energía», aunque añadía que «los Estados miembros son libres de determinar los tipos de impuestos especiales por encima de estos mínimos, en función de sus necesidades nacionales». Y aclaraba sobre el IVA que España «puede aplicar un tipo impositivo reducido a la electricidad suministrada a los hogares», si así lo desea.
La CNMC fue, junto al Gobierno, la encargada de diseñar la nueva estructura tarifaria que establece distintos precios según la hora a la que se consume con diferencias del 95% entre las horas denominadas ‘punta’ y las horas ‘valle’. Sobre estas nuevas tarifas, Fernández ha pedido «tiempo» tras recordar que la nueva fórmula «solo lleva una semana» en funcionamiento. «Se necesita tiempo para llegar a conclusiones y ello implica series temporales para interpretar la fotografía completa», ha asegurado la presidenta del superregulador.
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