La Reserva Federal de EE UU cumplió con las previsiones. Tras dos días de reunión el Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC) acordó mantener sin cambios las medidas de estímulo monetario. Aunque la mejora de la economía y el repunte de la inflación es significativa, los tipos permanecerán en la horquilla del 0-0,25% hasta 2023. Será ese año cuando el banco central proceda a subir los tipos dos veces. Hace tres meses los funcionarios esperaban ejecutar el primer alza como pronto en 2024.
Junto al precio del dinero, la Fed mantiene sin cambios el ritmo de compra de activos, que continuará siendo de 120.000 millones de dólares al mes “hasta que se produzcan avances sustanciales hacia los objetivos de máximo empleo y estabilidad de precios”, según lo recogido en el comunicado. “La vacunación ha reducido la propagación de Covid-19. En medio de este progreso y un fuerte apoyo político, los indicadores de actividad económica y empleo se han fortalecido”, señala el comité. Con este escenario como telón de fondo 13 de los 18 funcionarios defendieron elevar los tipos en 2023, seis más que hace tres meses.
Además de las proyecciones de tipos, la cita de este mes incluía una actualización de las previsiones macroeconómicas. La Fed se muestra optimista con el progreso de la economía y aunque su presidente considera que superar la crisis llevará todavía unos meses, la institución eleva sus previsiones de crecimiento para este año hasta el 7%, un 0,5% más que lo estimado en marzo. Mantiene sin cambios sus previsiones para 2022 (el PIB subirá un 3,3%) y eleva dos décimas las estimaciones de 2023, hasta el 2,4%.
La Fed también revisó al alza sus previsiones de inflación. Los precios, que en mayo sorprendieron al mercado con la mayor alza interanual en 13 años (5%), seguirá mostrando fortaleza, pero a medida que avancen los meses es de esperar una moderación, hasta alcanzar el 3,4% a finales del ejercicio, un punto porcentual más que en marzo. Para 2022 la tasa se relajaría al 2,1% y en 2023 subiría al 2,2%, en ambos casos una décima más que en marzo. Por su parte, la inflación subyacente (excluye los precios de la energía y los alimentos) cerrará 2021 en el 3% frente al 2,2% esperado hace tres meses.
Junto a la estabilidad de los precios la Fed se marca como objetivo la recuperación del mercado laboral. A cierre del ejercicio, espera que el desempleo siga cayendo desde el 5,8% que registró en mayo hasta el 4,5%, sin cambios respecto a marzo. Los que sí mejora son sus estimaciones para 2022 (pasa del 3,9% al 3,8%). “Aunque alcanzar el estándar de ‘progreso sustancial adicional’ aún está lejos, los participantes esperan que la mejora continúe. Las presiones inflacionarias son transitorias”, afirmó Powell en la rueda de prensa.
Preguntado sobre si durante la reunión los funcionarios discutieron la retira de los tipos, el presidente se limitó a señalar que avisarán con anticipación antes de anunciar cualquier decisión. “La retirada de los estímulos será ordenada y transparente”, subrayó. Después de que la Fed anunciara a comienzos de junio que empezará a vender la cartera de bonos corporativos adquiridos en el programa antipandemia, los inversores esperaban que la cita de este mes sirviera para resolver las dudas sobre las compras de deuda pública. Pero este anuncio tendrá que esperar. El consenso fija septiembre o como pronto la reunión de Jackson Hole para el anuncio y el tapering comenzaría como pronto a finales de año.
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