La banca quiere mejorar su imagen y reputación empeoradas nuevamente a causa de los ERE puestos en marcha en los últimos meses y por las críticas llevadas a cabo por distintos miembros del Gobierno a causa también de los elevados sueldos de los banqueros. En el protocolo estratégico que las entidades están redactando uno de los ocho puntos que pretenden potenciar es el de la inclusión financiera. En el documento, que de momento es un borrador, se asegura que la banca online ya da servicio al 60% de sus clientes, porcentaje que ha crecido exponencialmente durante la pandemia, ha dado un giro a los servicios bancarios, que ha provocado el cierre masivo de oficinas, dejando a algunos municipios sin sucursales.
Las entidades aseguran que, pese a este fenómeno, no existe la “exclusión financiera, ya que la digitalización permite recibir los servicios financieros a través del móvil y de internet. “Estas nuevas tendencias justifican que se haya producido una reducción del número de sucursales abiertas al público”, señala el documento. Aun así, aseguran que los españoles disponen de la segunda mayor red bancaria de la Unión Europea. “Solo un 3% de la población carece en su municipio de una oficina, frente al 12% que habita en un municipio sin centro de salud o el 8% que vive en un término municipal sin centro de enseñanza secundaria y bachillerato”, argumenta el sector.
Pese a ello, la banca asegura que quiere atender a la llamada España rural con servicios bancarios básicos, como la retirada de efectivo. Por ello, pretenden crear una red de agentes que presten servicios financieros. A lo que se sumarán acuerdos con otras entidades no financieras con presencia en el mundo rural, o imponer un sistema de cash in shop, como lo denomina el sector autobuses, cajeros en poblaciones de menos de 10.000 habitantes, implantar servicios multicanal que permitan atender “toda la operativa por canales remotos, así como la formación necesaria para asegurar la digitalización de los mayores, especialmente en el mundo rural”, explican los bancos.
Otra alternativa que proponen para evitar a exclusión financiera es la de potenciar la cooperación con otras entidades o a través de sus fundaciones vinculadas, con el objetivo de evitar la falta de efectivo y para lograr que todo el mundo tenga unos servicios financieros básicos.
Afirman que los bancos apoyarán a las administraciones públicas “en la adopción de medidas de simplificación de gestiones que los ciudadanos deben realizar frente a ellas, y como ejemplo citan el pago de impuestos. Igualmente, reclaman que se fomente la extensión de redes de datos de alta capacidad en zonas rurales, “que mejoren la eficacia en el uso de los canales de banca a distancia”.
También recomiendan que se desarrollen planes de formación para los clientes en riesgo de exclusión financiera que faciliten y fomenten el uso de las soluciones de banca electrónica. La banca recuerda que “siempre ha tenido un vínculo muy estrecho con la sociedad”, y ha apoyado el emprendimiento, la creación de empresas con especial foco en las pymes, a financiación a las familias y el impulso de nuevos proyectos sociales. Ahora, explica, quiere contribuir a al despliegue de los fondos europeos en España, algo que considera que “puede ser fundamental”, sobre todo, en un momento en el que “la recuperación se consolida”.
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