La economía española retrocedió un 0,4% en el primer trimestre del año por la caída del consumo y la inversión, según las cifras definitivas publicadas hoy por el INE. El organismo revisa una décima, al alza, el dato estimado inicialmente, de una caída del 0,5% en el trimestre. En términos interanuales, la economía española se contrajo un 4,2% interanual, (-4,3% en los datos avanzados), frente a la caída del 8,9% experimentada en el trimestre anterior.
A esta revisión al alza se suma otra equivalente relativa al cuarto trimestre de 2020, para el que el INE pasa de estimar una caída del 0,01% a un crecimiento del 0,0138%. Una variación infinitesimal que, no obstante, permite a España esquivar una recesión, situación definida como dos trimestres de caída del PIB consecutivos. Las perspectivas indican, además, que lo peor de la crisis ha pasado ya. A medida que ha avanzado la vacunación y se retoman la movilidad y la actividad, los datos preliminares sugieren un crecimiento muy acelerado entre abril y junio: el Banco de España calcula un 2,2% intertrimestral, y para el año prevé un 6,2%.
Un panorama bien distinto de un primer trimestre marcado por la lentitud en la vacunación por la escasez de dosis, las restricciones a la actividad ligadas a la tercera ola de la pandemia y, también, por los efectos de la tormenta Filomena a principios de enero, que provocaron muy fuertes caídas del consumo. De hecho, en primer trimestre el principal componente en la caída de la economía fue el poco gasto de los hogares: el consumo privado retrocedió el 0,6% sobre el trimestre anterior (y un 3,5% interanual), una décima más de lo previsto inicialmente.
No obstante, la inversión no se retrajo tanto como se esperaba: el INE calcula una caída del 0,8%, con un ascenso del 1,5% en la compra de maquinaria y bienes de equipo (frente al 0,9% estimado y acelerando desde el 1,1% de finales de 2020). La vivienda, mientras, ha mantenido el tipo mejor de lo que se calculaba, con una caída trimestral del 3,2% trimestral (5,2% estimó inicialmente el IINE). El sector exterior ha arrojado peores datos, con una caída de las exportaciones del 1,4% (previamente se preveía que se mantuvieran).
El empleo, mientras, ha arrojado una caída del 3,6% en las horas trabajadas, variable en la que se incluye el empleo perdido por los ERTE. Aunque el descenso es mucho menor que en trimestres anteriores, sigue recogiendo el descenso de actividad. Éste es particularmente acusado en el comercio y la hostelería (caída del 15,2% en las horas trabajadas por parte de asalariados).
Los datos arrojan, finalmente, una pérdida de empleo en 12 meses equivalente a 343.000 puestos de trabajo a tiempo completo, o el 3,3%. Como la pérdida es menos que la caída del PIB, la productividad por hora trabajada cae el 0,6%, y los costes laborales suben un 2,6%. Los asalariados han visto reducidas sus nóminas en un 2,8% interanual, lo que explica también la retracción del consumo.
Powered by WPeMatico